Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Hablemos de la adicción al juego
Por Dora Inés Grosso García
March 2024 Los juegos, la lúdica, la diversión y el entretenimiento hacen parte de los humanos, es propio de nuestra evolución como civilización y de la cultura que nos rodea. Sin embargo, cuando se abusa de esta actividad, como en los juegos de video donde se ganan puntos o recompensas, o en juegos de azar, aquellos en los que la suerte tiene relación con el resultado final, puedes caer en una adicción.
La adicción al juego, también conocida como ludopatía, es una alteración psicológica caracterizada por la compulsión y pérdida del control de los impulsos para jugar, a pesar de las consecuencias negativas que pueda tener en la vida de las personas. A nivel psicológico y de salud mental, la adicción al juego es un trastorno, similar a la adicción a sustancias.
Al igual que con las drogas, las personas con adicción al juego pueden desarrollar tolerancia, lo que significa que necesitan dedicar más tiempo a esta actividad, e invertir y apostar cantidades cada vez mayores de dinero para experimentar la misma sensación de excitación y placer.
Esta situación puede tener graves consecuencias en la vida personal, social, laboral, financiera y espiritual, así como problemas legales, rupturas familiares, pérdida del empleo, problemas financieros e incluso pensamientos suicidas, depresión, ansiedad y el consumo de sustancias. Estos trastornos pueden interactuar y empeorar la gravedad de la adicción al juego.
¿Sabes por qué se puede presentar la adicción al juego?
Los especialistas hablan de factores de riesgo para desarrollar adicción al juego, desde la predisposición genética, historia personal, estrés crónico, disponibilidad y accesibilidad al juego, hasta problemas emocionales y psicológicos subyacentes, como baja autoestima, deseo de reconocimiento, dificultades para manejar emociones, dependencia, apego, dificultades de comunicación, soledad, entre otras.
En la actualidad, la tecnología ha facilitado el acceso a los juegos de azar en línea y a través de dispositivos móviles. Así, las personas pueden apostar desde la comodidad de su espacio, casa, trabajo, o donde tengan conexión a internet, aumentando la disponibilidad y la accesibilidad al juego.
También la publicidad de juegos de azar en línea y aplicaciones móviles pueden exponer a las personas a estímulos que desencadenan la tentación de jugar, especialmente entre las personas más vulnerables, los niños, jóvenes, e incluso los adultos mayores. Y además estas aplicaciones de apuestas están diseñadas para ser altamente atractivas y emocionantes, utilizando estímulos como gráficos vibrantes, sonidos, recompensas frecuentes y sistemas de recompensa variables que refuerzan el comportamiento de juego, estimulando la adicción.
Podríamos decir que culturalmente, estamos contaminados y bombardeados por esta serie de distracciones y de elixir mágico, que calma las ansiedades de amor, compañía y de anhelo de dinero, alimentando la codicia, que es una forma de insatisfacción y siempre buscará más. Sin embargo, las personas nunca estarán satisfechas.
La idea es reflexionar profundamente sobre estos temas, abordarlos en familia, reflexionar sobre sus peligros y consecuencias y recordar que se pueden tratar y mejorar con amor propio, sanando y llenando nuestros vacíos existenciales con afecto, amor, buenos hábitos, buen uso del tiempo libre, haciendo deporte, dialogando, entre otros.
Gracias por seguir el camino del amor.
*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]
COPYRIGHT 2024
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Al igual que con las drogas, las personas con adicción al juego pueden desarrollar tolerancia, lo que significa que necesitan dedicar más tiempo a esta actividad, e invertir y apostar cantidades cada vez mayores de dinero para experimentar la misma sensación de excitación y placer.
Esta situación puede tener graves consecuencias en la vida personal, social, laboral, financiera y espiritual, así como problemas legales, rupturas familiares, pérdida del empleo, problemas financieros e incluso pensamientos suicidas, depresión, ansiedad y el consumo de sustancias. Estos trastornos pueden interactuar y empeorar la gravedad de la adicción al juego.
¿Sabes por qué se puede presentar la adicción al juego?
Los especialistas hablan de factores de riesgo para desarrollar adicción al juego, desde la predisposición genética, historia personal, estrés crónico, disponibilidad y accesibilidad al juego, hasta problemas emocionales y psicológicos subyacentes, como baja autoestima, deseo de reconocimiento, dificultades para manejar emociones, dependencia, apego, dificultades de comunicación, soledad, entre otras.
En la actualidad, la tecnología ha facilitado el acceso a los juegos de azar en línea y a través de dispositivos móviles. Así, las personas pueden apostar desde la comodidad de su espacio, casa, trabajo, o donde tengan conexión a internet, aumentando la disponibilidad y la accesibilidad al juego.
También la publicidad de juegos de azar en línea y aplicaciones móviles pueden exponer a las personas a estímulos que desencadenan la tentación de jugar, especialmente entre las personas más vulnerables, los niños, jóvenes, e incluso los adultos mayores. Y además estas aplicaciones de apuestas están diseñadas para ser altamente atractivas y emocionantes, utilizando estímulos como gráficos vibrantes, sonidos, recompensas frecuentes y sistemas de recompensa variables que refuerzan el comportamiento de juego, estimulando la adicción.
Podríamos decir que culturalmente, estamos contaminados y bombardeados por esta serie de distracciones y de elixir mágico, que calma las ansiedades de amor, compañía y de anhelo de dinero, alimentando la codicia, que es una forma de insatisfacción y siempre buscará más. Sin embargo, las personas nunca estarán satisfechas.
La idea es reflexionar profundamente sobre estos temas, abordarlos en familia, reflexionar sobre sus peligros y consecuencias y recordar que se pueden tratar y mejorar con amor propio, sanando y llenando nuestros vacíos existenciales con afecto, amor, buenos hábitos, buen uso del tiempo libre, haciendo deporte, dialogando, entre otros.
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