Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
El poder del amor
Las adicciones, parte 3
Por Dora Inés Grosso García
October 2023 La Organización Mundial de la Salud (OMS) al 2021, refiere que aproximadamente el 58% de los hombres y el 29% de las mujeres en todo el mundo, consumen alcohol. Pero no todos los que consumen alcohol se consideran alcohólicos o tienen un trastorno por consumo de alcohol.
¿Qué es el alcohol? El alcohol, específicamente el alcohol etílico o etanol, es una sustancia química volátil y psicoactiva que se encuentra en bebidas como cerveza, vino y licores.
Es conocido por sus efectos depresores en el sistema nervioso central, alterando del juicio, la coordinación y el comportamiento, cuando se consume en exceso.
Efectos del Alcohol:
El alcohol genera dependencia debido a su influencia en la neuroquímica del cerebro. Consumir alcohol afecta diversos neurotransmisores y sistemas neuronales, provocando cambios en el comportamiento y el estado de ánimo.
Efectos inmediatos: relajación, euforia, disminución de la coordinación motora y del tiempo de reacción, sensación de placer momentáneo.
Consumo crónico: puede producir daño hepático, problemas cardiovasculares, dependencia y cambios cerebrales.
Sobredosis: causa depresión del sistema nervioso central, coma y posible muerte.
El alcoholismo o trastorno por consumo de alcohol es una enfermedad crónica caracterizada por la dependencia física y/o psicológica al alcohol, lo que lleva a un consumo excesivo y descontrolado a pesar de las consecuencias negativas para la salud, las relaciones sociales, la vida laboral o académica y espiritual de las personas.
¿Sabías que el Alcoholismo es un problema multifactorial, influido por factores genéticos, psicológicos y ambientales?
Factores Genéticos: hay genes que pueden hacer que ciertas personas sean más susceptibles al alcoholismo.
Factores Psicológicos: las personas con trastornos como depresión, ansiedad o esquizofrenia, baja autoestima, algunos rasgos de personalidad, como impulsividad o búsqueda de sensaciones, estrés crónico o traumas, entre otros factores psicológicos, pueden llevar a las personas a consumir alcohol como una forma de escapar de sus problemas.
Factores Ambientales: vivir en un entorno donde el alcohol es fácilmente accesible o es una parte integral de la cultura, la presión de los amigos, colegas o familiares para beber alcohol.
Estos factores combinados, pueden desarrollar un trastorno por consumo de alcohol. No todas las personas expuestas a estos factores desarrollarán alcoholismo.
Síndrome de Abstinencia: se desarrolla cuando hay dependencia y la interrupción o reducción del consumo de alcohol puede conducir a síntomas como: ansiedad, temblores, insomnio, náuseas, y en casos graves, convulsiones y delirium tremens.
Para ayudar a las personas que tienen algún problema con el alcohol, hay una variedad de terapias, como por ejemplo:
Desintoxicación y Rehabilitación: es el proceso inicial para liberar el cuerpo del alcohol, que a menudo se realiza en un entorno hospitalario debido a posibles complicaciones de abstinencia.
Terapia Cognitivo-Conductual: ayuda a identificar y corregir comportamientos y creencias.
Terapia de 12 Pasos, Terapia de Grupo, Terapia Familiar: aborda dinámicas familiares que pueden contribuir al alcoholismo.
Meditación y Atención Plena o Mindfulness: ayudan a centrar la mente, reducir el estrés y mejorar la autoconciencia, permitiendo a los individuos enfrentar mejor las tentaciones y desencadenantes del alcohol. Acupuntura, Yoga, combina posturas físicas, respiración y meditación.
Terapias Artísticas: incluyen arte, música y danza; Terapia de Masaje: ayuda a reducir el estrés y la tensió; Terapias Energéticas: como el Reiki o el Qi Gong, Tai Chi.
Terapia Nutricional, una dieta equilibrada, Plantas Medicinales y Homeopatía, y la Consejería Espiritual.
Finalmente, es necesario tener consciencia del efecto que puede producir, tanto en el cuerpo, la mente, la psique y el espíritu. Cuando hemos caído en exceso, es necesario reconocer que es un problema.
Recordemos que es un asunto de amor propio y autocuidado personal, así que los invito a usar el poder del amor para liberarnos del alcohol. Gracias por seguir amando y cuidando de sí mismos y de nuestro entorno.
*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]
COPYRIGHT 2023
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Es conocido por sus efectos depresores en el sistema nervioso central, alterando del juicio, la coordinación y el comportamiento, cuando se consume en exceso.
Efectos del Alcohol:
El alcohol genera dependencia debido a su influencia en la neuroquímica del cerebro. Consumir alcohol afecta diversos neurotransmisores y sistemas neuronales, provocando cambios en el comportamiento y el estado de ánimo.
Efectos inmediatos: relajación, euforia, disminución de la coordinación motora y del tiempo de reacción, sensación de placer momentáneo.
Consumo crónico: puede producir daño hepático, problemas cardiovasculares, dependencia y cambios cerebrales.
Sobredosis: causa depresión del sistema nervioso central, coma y posible muerte.
El alcoholismo o trastorno por consumo de alcohol es una enfermedad crónica caracterizada por la dependencia física y/o psicológica al alcohol, lo que lleva a un consumo excesivo y descontrolado a pesar de las consecuencias negativas para la salud, las relaciones sociales, la vida laboral o académica y espiritual de las personas.
¿Sabías que el Alcoholismo es un problema multifactorial, influido por factores genéticos, psicológicos y ambientales?
Factores Genéticos: hay genes que pueden hacer que ciertas personas sean más susceptibles al alcoholismo.
Factores Psicológicos: las personas con trastornos como depresión, ansiedad o esquizofrenia, baja autoestima, algunos rasgos de personalidad, como impulsividad o búsqueda de sensaciones, estrés crónico o traumas, entre otros factores psicológicos, pueden llevar a las personas a consumir alcohol como una forma de escapar de sus problemas.
Factores Ambientales: vivir en un entorno donde el alcohol es fácilmente accesible o es una parte integral de la cultura, la presión de los amigos, colegas o familiares para beber alcohol.
Estos factores combinados, pueden desarrollar un trastorno por consumo de alcohol. No todas las personas expuestas a estos factores desarrollarán alcoholismo.
Síndrome de Abstinencia: se desarrolla cuando hay dependencia y la interrupción o reducción del consumo de alcohol puede conducir a síntomas como: ansiedad, temblores, insomnio, náuseas, y en casos graves, convulsiones y delirium tremens.
Para ayudar a las personas que tienen algún problema con el alcohol, hay una variedad de terapias, como por ejemplo:
Desintoxicación y Rehabilitación: es el proceso inicial para liberar el cuerpo del alcohol, que a menudo se realiza en un entorno hospitalario debido a posibles complicaciones de abstinencia.
Terapia Cognitivo-Conductual: ayuda a identificar y corregir comportamientos y creencias.
Terapia de 12 Pasos, Terapia de Grupo, Terapia Familiar: aborda dinámicas familiares que pueden contribuir al alcoholismo.
Meditación y Atención Plena o Mindfulness: ayudan a centrar la mente, reducir el estrés y mejorar la autoconciencia, permitiendo a los individuos enfrentar mejor las tentaciones y desencadenantes del alcohol. Acupuntura, Yoga, combina posturas físicas, respiración y meditación.
Terapias Artísticas: incluyen arte, música y danza; Terapia de Masaje: ayuda a reducir el estrés y la tensió; Terapias Energéticas: como el Reiki o el Qi Gong, Tai Chi.
Terapia Nutricional, una dieta equilibrada, Plantas Medicinales y Homeopatía, y la Consejería Espiritual.
Finalmente, es necesario tener consciencia del efecto que puede producir, tanto en el cuerpo, la mente, la psique y el espíritu. Cuando hemos caído en exceso, es necesario reconocer que es un problema.
Recordemos que es un asunto de amor propio y autocuidado personal, así que los invito a usar el poder del amor para liberarnos del alcohol. Gracias por seguir amando y cuidando de sí mismos y de nuestro entorno.
*Dora Inés Grosso García es psicóloga holística, [email protected]
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