Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Medio Ambiente
La crisis climática: ¿y si la resolviéramos?
Una reseña de El Ministerio del Futuro de Kim Stanley Robinson
Por Nohan Meza
February 2023 Con solo seis años para limitar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por debajo de 1.5 C para evitar un colapso ambiental permanente, debemos comprender tanto la gravedad del problema como la complejidad de las soluciones necesarias. Kim Stanley Robinson presenta lo que está en juego en su novela más reciente, El Ministerio del Futuro.
Condiciones de bulbo húmedo: Cuando la humedad y el calor alcanzan el punto en que la evaporación del sudor ya no enfría el cuerpo humano, causando la muerte de personas sanas.
Esto es lo que nos espera. O, al menos, este es el futuro muy cercano de 2025 con el cual comienza la novela de ciencia ficción ambiental de Kim Stanley Robinson, El Ministerio del Futuro (The Ministry of the Future), donde explora qué sucederá con nuestro mundo si continuamos por el camino de la negligencia y cómo, si realmente lo intentamos, podemos salvarlo.
La novela comienza en 2025, con una de las olas de calor más catastróficas de la historia, matando a más de 20 millones de personas debido a condiciones de bulbo húmedo. Esto lleva a la ONU a crear una organización llamada El Ministerio del Futuro, “encargada de defender a todos los seres vivos presentes y futuros que no pueden hablar por sí mismos”. En su novela, Robinson escribe su futuro cercano a través de lo que se llama ciencia ficción dura, la cual se basa en la precisión histórica y las tecnologías encontradas en la novela que son extrapoladas de la tecnología que tenemos disponible hoy.
A través del Ministerio del Futuro y los diversos grupos políticos e ideológicos con los que se encuentra, se nos muestra la complejidad de la crisis climática, el efecto dominó al que invariablemente conducirá si nosotros, como sociedad, somos incapaces de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 C, lo que equivaldría a emisiones de CO2 por debajo de los niveles preindustriales. Es evidente que la cantidad de soluciones y colaboraciones que se necesitan para resolver el mayor desafío en cuanto a la supervivencia de nuestra especie son complejas y requerirán cambios en nuestra ideología, en nuestras políticas monetarias, en la forma en que elaboramos el lenguaje, compartimos noticias a través de los medios e incluso, quizás, en nuestro enfoque de la religión, las creencias y el significado.
Y si bien el alcance del libro es amplio, no crea declaraciones generales que ocultan identidades subrepresentadas. Robinson es plenamente consciente de que las acciones necesarias para resolver la crisis climática también generarán tensiones geopolíticas que requerirán un unísono de voces históricamente silenciadas. Además, también es consciente de cómo se ha negado la conversación a aquellos que no hablan las lenguas geopolíticas dominantes: “Si tu idioma nativo era cualquier cosa menos el inglés, estabas alejado en un grado u otro de la aldea global”.
Por encima de todo, sin embargo, lo que Robinson trata de decirnos es que, a medida que avanzamos hacia el futuro, nuestras decisiones importan. Esa lata de refresco que eliges reciclar importa, ese recipiente que transformas en un macetero para plantas importa. Por quién votas importa; importa a qué empresas le das tu dinero. También importa lo que sabes: tu conocimiento y acción es lo único que puede construir nuestro futuro.
A menudo olvidamos que las historias son borradores de ideas complejas. En El Ministerio del Futuro, Kim Stanley Robinson ha creado un retrato cercano de lo que nos espera, incluidos nuestros próximos horrores. Sin embargo, al escribir este libro, casi parece como si estuviera diciendo: "Si se puede, y es así cómo lo haremos".
Si hay un libro que todos debemos leer este año, es este, ya que muestra que la crisis climática es, en esencia, una crisis humanitaria sin precedentes que nos afectará a todos.
La novela está disponible en la biblioteca más cercana a su domicilio.
Para leer más artículos sobre el cambio climático y la sostenibilidad, visite nuestra sección Medio Ambiente.
COPYRIGHT 2023
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Esto es lo que nos espera. O, al menos, este es el futuro muy cercano de 2025 con el cual comienza la novela de ciencia ficción ambiental de Kim Stanley Robinson, El Ministerio del Futuro (The Ministry of the Future), donde explora qué sucederá con nuestro mundo si continuamos por el camino de la negligencia y cómo, si realmente lo intentamos, podemos salvarlo.
La novela comienza en 2025, con una de las olas de calor más catastróficas de la historia, matando a más de 20 millones de personas debido a condiciones de bulbo húmedo. Esto lleva a la ONU a crear una organización llamada El Ministerio del Futuro, “encargada de defender a todos los seres vivos presentes y futuros que no pueden hablar por sí mismos”. En su novela, Robinson escribe su futuro cercano a través de lo que se llama ciencia ficción dura, la cual se basa en la precisión histórica y las tecnologías encontradas en la novela que son extrapoladas de la tecnología que tenemos disponible hoy.
A través del Ministerio del Futuro y los diversos grupos políticos e ideológicos con los que se encuentra, se nos muestra la complejidad de la crisis climática, el efecto dominó al que invariablemente conducirá si nosotros, como sociedad, somos incapaces de mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 C, lo que equivaldría a emisiones de CO2 por debajo de los niveles preindustriales. Es evidente que la cantidad de soluciones y colaboraciones que se necesitan para resolver el mayor desafío en cuanto a la supervivencia de nuestra especie son complejas y requerirán cambios en nuestra ideología, en nuestras políticas monetarias, en la forma en que elaboramos el lenguaje, compartimos noticias a través de los medios e incluso, quizás, en nuestro enfoque de la religión, las creencias y el significado.
Y si bien el alcance del libro es amplio, no crea declaraciones generales que ocultan identidades subrepresentadas. Robinson es plenamente consciente de que las acciones necesarias para resolver la crisis climática también generarán tensiones geopolíticas que requerirán un unísono de voces históricamente silenciadas. Además, también es consciente de cómo se ha negado la conversación a aquellos que no hablan las lenguas geopolíticas dominantes: “Si tu idioma nativo era cualquier cosa menos el inglés, estabas alejado en un grado u otro de la aldea global”.
Por encima de todo, sin embargo, lo que Robinson trata de decirnos es que, a medida que avanzamos hacia el futuro, nuestras decisiones importan. Esa lata de refresco que eliges reciclar importa, ese recipiente que transformas en un macetero para plantas importa. Por quién votas importa; importa a qué empresas le das tu dinero. También importa lo que sabes: tu conocimiento y acción es lo único que puede construir nuestro futuro.
A menudo olvidamos que las historias son borradores de ideas complejas. En El Ministerio del Futuro, Kim Stanley Robinson ha creado un retrato cercano de lo que nos espera, incluidos nuestros próximos horrores. Sin embargo, al escribir este libro, casi parece como si estuviera diciendo: "Si se puede, y es así cómo lo haremos".
Si hay un libro que todos debemos leer este año, es este, ya que muestra que la crisis climática es, en esencia, una crisis humanitaria sin precedentes que nos afectará a todos.
La novela está disponible en la biblioteca más cercana a su domicilio.
Para leer más artículos sobre el cambio climático y la sostenibilidad, visite nuestra sección Medio Ambiente.
COPYRIGHT 2023
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
Comments | |
Sorry, there are no comments at this time. |