Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Enseñando la igualidad entre los niños
Por Olga Maritza Salazar
March 2021 “Los niños son como flores de un mismo jardín y el jardín es más hermoso cuando posee variedad de flores de diversos colores”. BAHA’U’LLAH
La igualdad, sin distinción de raza, género, religión o nacionalidad es el principal DERECHO de un niño y está reconocida en la Declaración Universal de Derechos del Niño, y el gobierno de cada país debe hacer cumplir este derecho.
Todo niño debe ser respetado como individuo o miembro de una comunidad así exista diferencia en sus costumbres, educación y desarrollo intelectual, todos deben tener las mismas oportunidades a nivel personal y social.
Continuamente escuchamos de casos de discriminación o acoso (bullying) que pasa con algunos estudiantes en las escuelas o por internet mediante vídeos o comentarios ofensivos publicados en las redes sociales por parte de sus compañeros o amigos.
Las causas de estos sentimientos de desigualdad son las diferencias de raza, idioma, género o estatus económico, sin poder evitar que estas comparaciones se ocasionen aun en niños de corta edad.
Como padres latinos, sentimos temor de que nuestros hijos estén pasando por alguna de estas situaciones, o lo que es peor, que ya hayan experimentado la discriminación, o el acoso y haber tenido, ellos solos, que afrontar este problema social o seguir siendo víctimas por el resto de su vida escolar.
En muchos casos esta discriminación se enseña desde el hogar. Los adultos son responsables de crear este concepto de desigualdad en sus hijos, en su afán de complacer su ego, de sentirse superiores al resto, ya sea por el color de su piel más clara, su poder adquisitivo, o marginar a los demás por su orientación sexual o condición física.
También este trato desigual puede ser llevado a cabo por los mismos profesores o trabajadores de las escuelas o lugares públicos, provocando una inseguridad y sentimiento de frustración en el estudiante, sin considerar su edad y en qué medida va a afectar su autoestima.
Para tode niñe, la primera línea de defensa durante su infancia son sus padres. Ellos son los que le proveen desde el alimento hasta la protección ante cualquier problema o situación en la que se siente amenazade, sabe que su familia le va a defender, y son quienes le aman. Como padres responsables debemos enseñar a nuestros hijos desde pequeños, a valorarse a sí mismos y valorar a los demás por lo que ellos son, no por lo que les rodea.
Nuestros hijos seguirán el ejemplo si ven que sus padres son respetuosos y tolerantes con los demás, y que son asertivos sin permitir que otros tomen ventaja de ellos.
Siempre debemos animar a los niños a expresar sus sentimientos y pensamientos de una manera segura, inculcándoles que nadie puede obligarlos a hacer lo que no desean, ni ir a lugares o reuniones de otros estudiantes o grupos, donde ellos no se sientan cómodos.
Debemos hacer que comprendan que, a pesar de nuestras diferencias, el hecho de ser niñe no significa que no tengan las mismas obligaciones y derechos, que las diferencias nos enriquecen y el respeto nos une.
Dejar que ellos se sientan libres de elegir el deporte o actividad que deseen sin tener que decirles cuál les correspondería practicar según su género.
En cuanto a los niños que tienen una condición y situación particular, ya sea un impedimento físico, debemos enseñarles a nuestros hijos que estos niños deben ser tratados con los mismos sentimientos de respeto y consideración que los demás.
Una solución duradera para fomentar la igualdad en todas las personas, requiere cambios en todos los niveles de la sociedad, incluyendo la conciencia humana, sólo así se logra una transformación social más justa.
Siempre tengamos presente que en la educación que le demos a nuestres hijes, se encuentra el origen del cambio de nuestra sociedad, que nadie nace odiando a otro ser humano por sus diferencias, que somos los responsables de enseñarles a amar a los demás aunque sean diferentes. Debemos ser tratados por igual.
COPYRIGHT 2021
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Todo niño debe ser respetado como individuo o miembro de una comunidad así exista diferencia en sus costumbres, educación y desarrollo intelectual, todos deben tener las mismas oportunidades a nivel personal y social.
Continuamente escuchamos de casos de discriminación o acoso (bullying) que pasa con algunos estudiantes en las escuelas o por internet mediante vídeos o comentarios ofensivos publicados en las redes sociales por parte de sus compañeros o amigos.
Las causas de estos sentimientos de desigualdad son las diferencias de raza, idioma, género o estatus económico, sin poder evitar que estas comparaciones se ocasionen aun en niños de corta edad.
Como padres latinos, sentimos temor de que nuestros hijos estén pasando por alguna de estas situaciones, o lo que es peor, que ya hayan experimentado la discriminación, o el acoso y haber tenido, ellos solos, que afrontar este problema social o seguir siendo víctimas por el resto de su vida escolar.
En muchos casos esta discriminación se enseña desde el hogar. Los adultos son responsables de crear este concepto de desigualdad en sus hijos, en su afán de complacer su ego, de sentirse superiores al resto, ya sea por el color de su piel más clara, su poder adquisitivo, o marginar a los demás por su orientación sexual o condición física.
También este trato desigual puede ser llevado a cabo por los mismos profesores o trabajadores de las escuelas o lugares públicos, provocando una inseguridad y sentimiento de frustración en el estudiante, sin considerar su edad y en qué medida va a afectar su autoestima.
Para tode niñe, la primera línea de defensa durante su infancia son sus padres. Ellos son los que le proveen desde el alimento hasta la protección ante cualquier problema o situación en la que se siente amenazade, sabe que su familia le va a defender, y son quienes le aman. Como padres responsables debemos enseñar a nuestros hijos desde pequeños, a valorarse a sí mismos y valorar a los demás por lo que ellos son, no por lo que les rodea.
Nuestros hijos seguirán el ejemplo si ven que sus padres son respetuosos y tolerantes con los demás, y que son asertivos sin permitir que otros tomen ventaja de ellos.
Siempre debemos animar a los niños a expresar sus sentimientos y pensamientos de una manera segura, inculcándoles que nadie puede obligarlos a hacer lo que no desean, ni ir a lugares o reuniones de otros estudiantes o grupos, donde ellos no se sientan cómodos.
Debemos hacer que comprendan que, a pesar de nuestras diferencias, el hecho de ser niñe no significa que no tengan las mismas obligaciones y derechos, que las diferencias nos enriquecen y el respeto nos une.
Dejar que ellos se sientan libres de elegir el deporte o actividad que deseen sin tener que decirles cuál les correspondería practicar según su género.
En cuanto a los niños que tienen una condición y situación particular, ya sea un impedimento físico, debemos enseñarles a nuestros hijos que estos niños deben ser tratados con los mismos sentimientos de respeto y consideración que los demás.
Una solución duradera para fomentar la igualdad en todas las personas, requiere cambios en todos los niveles de la sociedad, incluyendo la conciencia humana, sólo así se logra una transformación social más justa.
Siempre tengamos presente que en la educación que le demos a nuestres hijes, se encuentra el origen del cambio de nuestra sociedad, que nadie nace odiando a otro ser humano por sus diferencias, que somos los responsables de enseñarles a amar a los demás aunque sean diferentes. Debemos ser tratados por igual.
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