Cultura y noticias hispanas del Valle del Hudson
Para la mayoría de los residentes legales permanentes el principal requisito para hacerse ciudadano estadounidense es haber vivido en el país con ese estatus por lo menos cinco años (o durante tres años con su cónyuge, si este es ciudadano o ciudadana). Y a pesar de tener cumplido ese importante paso para el camino (ya burocrático) a la ciudadanía, hay casi nueve millones de personas en el país que todavía no se naturalizan. ¿Acaso no conocen los beneficios de hacerse ciudadano estadounidense?
La oficina de inmigración, USCIS, da un listado de razones para adquirir la ciudadanía, como el demostrar su patriotismo; el derecho a votar en las elecciones federales; el poder servir como miembro de un jurado; el viajar con pasaporte estadounidense, que además le permitirá obtener ayuda del gobierno en el extranjero si la necesita; el traer a familiares a los Estados Unidos; el obtener la ciudadanía para hijos nacidos en el extranjero; la elegibilidad para ocupar empleos del gobierno federal; el poder ocupar cargos electorales en el senado o la cámara de representantes; el mantener la residencia; la elegibilidad para obtener subvenciones y becas federales para estudios, muchos de los cuales son otorgados solamente a personas con ciudadanía; y el obtener prestaciones del gobierno. ¿Qué prestaciones? Más adelante lo sabrá.
Además, a un ciudadano no se lo puede deportar, pero a un residente permanente legal sí. Si un residente legal cometió un delito mayor con circunstancias agravantes (como actos de violencia, asesinato, actividades terroristas, violación y agresión sexual o tráfico de drogas, de armas de fuego o de personas, o como haber mentido para conseguir beneficios de inmigración, entre otros) puede ser deportado.
Además de la seguridad que brinda la ciudadanía, se pueden apreciar también beneficios económicos. Empezando por el costo: se debe renovar el permiso de residencia permanente (tarjeta verde) cada diez años y cuesta $450, mientras que solicitar la ciudadanía se hace una sola vez y cuesta $680 (incluyendo solicitud y toma de datos biométricos).
El acceso a beneficios públicos, algunos críticos para personas de la tercera edad y discapacitadas, no están disponibles para no-ciudadanos. Por ejemplo, Medicare, el programa federal de atención médica para personas mayores de 65 años requiere que los residentes permanentes legales paguen recargos caros, dependiendo de su historial laboral y duración de la residencia. Lo mismo ocurre con el Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI, según sus siglas en inglés), un programa público que hace pagos mensuales a personas de bajos recursos mayores de 65 años, discapacitadas o ciegas. Los residentes permanentes legales sólo pueden recibir este beneficio durante siete años.
Si planea jubilarse en otro país, debe tener en cuenta que se podrá considerar que abandonó su estatus de residente legal permanente en los Estados Unidos y deberá conseguir una visa para poder reingresar a visitar a sus nietos. Además, en algunos países sin tratados especiales con Estados Unidos, los residentes legales permanentes no podrán recibir sus pagos de pensiones del seguro social.
Si usted y su cónyuge son ciudadanos estadounidenses, usted puede legarle propiedades que estarán exentas de pagar impuestos a la propiedad. Las leyes impositivas de este país permite también otros intercambios de bienes raíces entre ciudadanos casados.
Y hay más. Según un estudio de Migrant Policy Institute (MPI) llamado The Economic Value of Citizenship for Immigrants in the United States “los ciudadanos naturalizados ganan más que sus pares no ciudadanos, es menos probable que estén desempleados y están mejor representados en trabajos altamente calificados”. Además, los ciudadanos naturalizados soportaron mejor la última recesión que los no ciudadanos y los ciudadanos nativos. Según la iniciativa nacional Cities for Citizenship ―liderada por tres alcaldes, el de la ciudad de Nueva York, de Chicago y de Los Angeles ― la naturalización aumenta los ingresos en un ocho por ciento, incluso considerando industria, ocupación, idioma, país de origen y duración de residencia.
Y como si todo esto fuera poco: no es necesario renunciar a la ciudadanía del país de origen para naturalizarse estadounidense. Se puede solicitar omitir esa parte del juramento en la ceremonia de naturalización, para mantener la doble (o triple) ciudadanía, siempre y cuando el otro país la admita (llame a su consulado para averiguar).
La agente de inmigración Shyconia Burden-Noten de USCIS presentará un simulacro de entrevista de ciudadanía para ayudar a preparar a los solicitantes. La Señora Burden también responderá preguntas sobre el proceso de naturalización, tarjeta verde, autorización de empleo, y el programa DACA.
Sábado 14 de marzo, de 12 a 1pm
White Plains Public Library, 100 Martine Avenue, White Plains, NY
COPYRIGHT 2015
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
La oficina de inmigración, USCIS, da un listado de razones para adquirir la ciudadanía, como el demostrar su patriotismo; el derecho a votar en las elecciones federales; el poder servir como miembro de un jurado; el viajar con pasaporte estadounidense, que además le permitirá obtener ayuda del gobierno en el extranjero si la necesita; el traer a familiares a los Estados Unidos; el obtener la ciudadanía para hijos nacidos en el extranjero; la elegibilidad para ocupar empleos del gobierno federal; el poder ocupar cargos electorales en el senado o la cámara de representantes; el mantener la residencia; la elegibilidad para obtener subvenciones y becas federales para estudios, muchos de los cuales son otorgados solamente a personas con ciudadanía; y el obtener prestaciones del gobierno. ¿Qué prestaciones? Más adelante lo sabrá.
Además, a un ciudadano no se lo puede deportar, pero a un residente permanente legal sí. Si un residente legal cometió un delito mayor con circunstancias agravantes (como actos de violencia, asesinato, actividades terroristas, violación y agresión sexual o tráfico de drogas, de armas de fuego o de personas, o como haber mentido para conseguir beneficios de inmigración, entre otros) puede ser deportado.
Beneficios económicos
Además de la seguridad que brinda la ciudadanía, se pueden apreciar también beneficios económicos. Empezando por el costo: se debe renovar el permiso de residencia permanente (tarjeta verde) cada diez años y cuesta $450, mientras que solicitar la ciudadanía se hace una sola vez y cuesta $680 (incluyendo solicitud y toma de datos biométricos).
El acceso a beneficios públicos, algunos críticos para personas de la tercera edad y discapacitadas, no están disponibles para no-ciudadanos. Por ejemplo, Medicare, el programa federal de atención médica para personas mayores de 65 años requiere que los residentes permanentes legales paguen recargos caros, dependiendo de su historial laboral y duración de la residencia. Lo mismo ocurre con el Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI, según sus siglas en inglés), un programa público que hace pagos mensuales a personas de bajos recursos mayores de 65 años, discapacitadas o ciegas. Los residentes permanentes legales sólo pueden recibir este beneficio durante siete años.
Si planea jubilarse en otro país, debe tener en cuenta que se podrá considerar que abandonó su estatus de residente legal permanente en los Estados Unidos y deberá conseguir una visa para poder reingresar a visitar a sus nietos. Además, en algunos países sin tratados especiales con Estados Unidos, los residentes legales permanentes no podrán recibir sus pagos de pensiones del seguro social.
Si usted y su cónyuge son ciudadanos estadounidenses, usted puede legarle propiedades que estarán exentas de pagar impuestos a la propiedad. Las leyes impositivas de este país permite también otros intercambios de bienes raíces entre ciudadanos casados.
Y hay más. Según un estudio de Migrant Policy Institute (MPI) llamado The Economic Value of Citizenship for Immigrants in the United States “los ciudadanos naturalizados ganan más que sus pares no ciudadanos, es menos probable que estén desempleados y están mejor representados en trabajos altamente calificados”. Además, los ciudadanos naturalizados soportaron mejor la última recesión que los no ciudadanos y los ciudadanos nativos. Según la iniciativa nacional Cities for Citizenship ―liderada por tres alcaldes, el de la ciudad de Nueva York, de Chicago y de Los Angeles ― la naturalización aumenta los ingresos en un ocho por ciento, incluso considerando industria, ocupación, idioma, país de origen y duración de residencia.
Y como si todo esto fuera poco: no es necesario renunciar a la ciudadanía del país de origen para naturalizarse estadounidense. Se puede solicitar omitir esa parte del juramento en la ceremonia de naturalización, para mantener la doble (o triple) ciudadanía, siempre y cuando el otro país la admita (llame a su consulado para averiguar).
Prepárese para la entrevista de ciudadanía
La agente de inmigración Shyconia Burden-Noten de USCIS presentará un simulacro de entrevista de ciudadanía para ayudar a preparar a los solicitantes. La Señora Burden también responderá preguntas sobre el proceso de naturalización, tarjeta verde, autorización de empleo, y el programa DACA.
Sábado 14 de marzo, de 12 a 1pm
White Plains Public Library, 100 Martine Avenue, White Plains, NY
COPYRIGHT 2015
La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
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Comentario: hola yo pague para hacerme ciudadana y pase toto pero no
me puse de pie para jurar regrese segunda vez solo para
la entrevista de mi formulario aparte q al oficial no se
le escuchaba me hiso unas preguntas q nada q ver con mi
formulario como cuantos quilometros habian del lugar
donde naci a la ciudad tengo 11 anos de vivir en usa
casada con un americano una hija nacida aqui y aparte de
q este oficial me trato horrible me dijo valla a la
escuela y cuando hable higles busque trabajo para que
vuelva a pagar su ciudadania seicientos y resto de
dolares votados y aqui sigo recidente si en algo me puede
ayudar gracias
Posted: 11/20/2015 |