"El 90 por ciento de las personas que salen de las cárceles no tienen a donde ir"

Mariel Fiori: ¿En qué consiste su trabajo?

Carlos Valencia: Tenemos un grupo de trabajo o Task Force compuesto por muchas agencias: el departamento de servicios sociales, salud mental, la oficina de trabajo, iglesias y muchas agencias que nos reunimos cada mes. Como coordinador de este grupo de trabajo del condado, yo trabajo con los oficiales de libertad condicional, (o Parole en inglés, que a propósito, ha cambiado su nombre por Departamento de Supervisiones Correccional y Comunitaria), identifico a las personas que van a salir de las cárceles federales en los próximos 90 días o 120 días. Y les envío un paquete a las cárceles, explicándoles los servicios que les podemos dar. Uno de los servicios es de vivienda, les damos información sobre viviendas locales, tenemos contactos con propietarios locales que están dispuestos a rentarles a estas personas.

MF: Es decir que no tendrían acceso a la vivienda por su cuenta,¿cómo es la situación de una persona que recién sale de la cárcel hoy en día?

CV: Alrededor del 90 por ciento de las personas que salen de las cárceles no tienen adónde ir. Sus familia, o no quieren saber nada de ellos, o han perdido contacto, o están regresando al condado donde fueron arrestados. Me explico, si alguien vive en New York City, y es arrestado hoy en Ulster County, cuando salga de la cárcel tiene que regresar a Ulster County. Entonces esta persona sale de una prisión después de cumplir muchos años, no tiene ni siquiera un sitio donde quedarse, y también tiene que ser aprobado por el oficial de libertad condicional. Hoy mucha gente no puede salir, que está cumpliendo tiempo extra porque no tiene el respaldo de un familiar, o de un amigo, o de una institución o agencia que le ayude con esto. Entonces nosotros aquí en Kingston, en Ulster County, abrimos su caso a través del departamento de servicios sociales y ya ellos pagan aparte la renta ahí mismo, también está la ayuda para la comida, con la soup kitchen The Queens Galley, donde tienen derecho a desayuno, almuerzo y cena. También se les da los cupones de alimentos para que compren lo que necesiten. En cuanto a apoyo, hacemos una evaluación, si necesita terapia por salud mental, si está bien físicamente, si tienen hijos y pueden verlos, si tienen derecho de visitación de sus hijos, toda estas cosas. En cuanto a educación, si necesitan el GED, los referimos por ejemplo.

 MF: Necesitan muchos servicios, ¿es que realmente no tienen la educación, ni nada que los puede ayudar a sobrevivir en el mundo de hoy?

CV: La mayoría no, la mayoría no tiene diploma de High School. Pero hay formas de hacerlo, por intermedio de programas gratuitos y con la ayuda que necesitan. Es que muchas personas llevan mucho tiempo dentro de una cárcel y es allí donde comienzan los problemas emocionales y los problemas mentales, y no tienen, física ni mentalmente, la cabeza para terminar sus estudios ahí adentro. Una persona en este momento al salir de la cárcel sencillamente sale con lo que lo arrestaron y le dan cuarenta dólares parar el bus, y ya.

MF: ¿Aproximadamente cuantas personas atiendan cada año?

CV: Atendemos a 10 personas mensualmente y trabajamos con ellos más o menos 90 o 120 días. Durante ese tiempo, ellos ya deben tener todo en regla. Si es salud mental, tiene que estar viendo a un terapeuta, tiene que está tomando medicina, si el punto es educación, tiene que estar ya en un programa de GED, o en un programa con personas discapacitadas. Si es empleo, por lo menos tener ya una preparación, un currículo ya hecho, y estar buscando empleo, o tener el empleo. Ahora estamos trabajando más tiempo con las personas, tengo clientes que estamos desde el año pasado con ellos, y están bien, no han regresado a la cárcel y están tratando de hacer las cosas bien. Lo que se trata con este programa es que tengan el apoyo que nunca han tenido antes. En la mayoría de los albergues de acá, hay drogas y alcohol. La mayoría de las personas que salen de las cárceles, en algún tiempo estuvieron envueltas en drogas y alcohol. Entonces si los ponemos en un sitio donde hay drogas y alcohol, en cuestión de días u horas, van a volver a caer en las drogas y el alcohol, y no van a poder hacer nada de lo que querían hacer. Entonces proveemos un sitio donde van a estar seguros, donde van a estar supervisados 24 horas. Y trabajamos con ellos, hacemos visitas semanales, ellos nos visitan en nuestra oficina, los vamos a poner en programas de orientación. Tenemos uno que es “Taken For the Chains” o “Una mejor forma de pensar” en español, y tratamos de que ellos piensen en mejores decisiones para su vida.

MF: ¿Ayudan a todas las personas que salen de la cárcel o tienen una audiencia específica?

CV: Tratamos de ayudar a las personas de alto riesgo, personas que han estado por mucho tiempo en la cárcel, o que han entrado muchas veces, que han estado entrando y saliendo de las cárceles, además de mujeres, menores de edad y abusadores sexuales. Son personas que necesitan mucha ayuda, hay una calificación que el departamento de justicia les da a las personas del 1 a 10, 10 es más severo y 1 no es severo. Tratamos que el 85 por ciento de las personas con las que vamos a trabajar tengan un 4 o más alto. 10 puede ser una persona que durante 10 años haya entrado 10 o 15 veces a la cárcel, que salga de la cárcel, esté un mes, una semana, unos días y recaiga en la cárcel. La mayoría son referidos de la oficina de Libertad Condicional.

MF: Esto del alto índice de reincidencia, no sólo tiene un efecto humano pero también causa un efecto económico, ¿cuánto cuesta tener un preso en la cárcel hoy en día?

CV: Las estadísticas dicen 42 mil dólares por año por cada preso.

MF: y si está afuera ¿cuánto cuesta?

CV: Si está afuera lo que tratamos de hacer es que aporte a la comunidad, que tenga un trabajo, que pague impuestos, si debe manutención a sus hijos, que pague todo eso. Entonces al estar afuera, más que sacarle plata o de quitarle plata al gobierno va a aportar, va a ser un ciudadano que va a aportar. Ese es nuestro objetivo.

Grupo de Trabajo de Reentrada del Condado de Ulster

La reentrada en el Estado de Nueva York es un esfuerzo colaborativo de la justicia penal del estado y las agencias de servicios en asociación con el gobierno local, organizaciones comunitarias y sin fines de lucro. Con el apoyo y la coordinación de los Servicios de Justicia Penal del estado, el grupo de trabajo ahora opera en 16 condados de Nueva York.

En el condado de Ulster, el objetivo del grupo de trabajo es servir a la población que sale de la cárcel con especial énfasis en delincuentes de alto riesgo. Su misión es asistir a hombres y mujeres cuando regresan a sus comunidades, para reducir la reincidencia, reconstruir vidas y mejorar la seguridad pública. El grupo de trabajo evalúa las necesidades y realiza un plan escrito para cada participante, además refiere a los servicios que se identifique en el plan. Algunos servicios que se proporcionan: información y subsidios para vivienda, salud física y mental, tratamiento por abuso de drogas, corte familiar, derechos a programa de asistencia social, información y referencias a oportunidades de educación, búsqueda de empleo y terapia MRT.

CONTACTO:
Carlos Valencia
Coordinador del Programa de Re-entrada del Condado de Ulster
39 John Street, Kingston NY 12401
Tel. (845) 331-7080 x 149
Fax: (845) 331-0526
[email protected]

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