Al fin, buenas noticias (parece)

¿Cuál es el tema por excelencia de diciembre? Dependiendo a quién le pregunte, un balance del año que se nos va es algo que se escucha mucho en esta época. Una crisis financiera bien gorda vino y se fue, por lo menos los números de la economía de acá y del mundo están señalando una recuperación, con pronósticos de crecimiento empezando con el 2010 (y algunos países, como los 16 de la Eurozona ya proclamaron que la crisis se acabó para ellos en estos meses). Aunque algunos países sufrieron menos la crisis que los Estados Unidos, en todos lados, por esto de los mercados globalizados, se hizo sentir el bajón económico.

 Claro que todavía algunas cifras andan dando mucho de qué hablar a algunos autoproclamados analistas que parece poco entienden cómo funcionan los ciclos económicos y prefieren espantarnos. Me refiero por ejemplo al índice de desempleo que a día de hoy está a 10.2%, bastante alto y con miras a crecer un poco más antes de empezar a bajar y estabilizarse alrededor del 4 a 5% como antes de la crisis (esperamos que pronto). Voy a intentar a explicar brevemente por qué el índice de desempleo no es una cifra que nos deba atemorizar sobre el buen o mal estado de la economía.

 La primera respuesta está en que el desempleo es un típico indicador rezagado de la economía. Como los negocios en general, la economía tiene ciclos de subas y bajas. La baja ha sido la recesión de la que estamos ya escabulléndonos un poco debilitados, pero recuperándonos por lo menos. Cuando otros indicadores avanzados, como los permisos de construcción o los precios de las acciones en el mercado de valores pronostican que la economía va a expandirse, la tasa de desempleo, rezagada como es, viene con noticias viejas que no sirven para pronosticar ningún futuro negro.

 Me imagino que todavía no está claro el asunto porque quizás se pregunte que si va todo bien, o queriendo estar bien, ¿por qué el desempleo sigue creciendo en vez de bajar? Bajar va a bajar, pero por el momento va a estar alto o incluso subir un poco más. ¿Cómo se explica esta paradoja? La respuesta está en entender cómo es que se hacen las estadísticas para determinar la cantidad de gente que no tiene trabajo pero quiere trabajar. Una vez al mes, los estadistas del departamento de empleo hacen entrevistas telefónicas al azar a miles de personas en todo el país y le hacen una pregunta: ¿tiene trabajo? Si la persona dice que sí, entonces se la considera empleada (aunque trabaje una hora por semana). Si la persona dice que no, todavía no se la considera desempleada. Tiene que responder a otra pregunta: ¿ha estado buscando trabajo en las últimas 4 semanas? Si la persona dice que sí, entonces está formalmente desempleada.

 Lo que suele ocurrir es que cuando hay una crisis, muchas personas que buscan trabajo se desaniman por no encontrar y dejan de pertenecer a la fuerza laboral disponible, según la categorización de los estadistas. Ahora que la crisis está pasando y hay cada vez menos despidos, esas personas anteriormente desalentadas deciden que es buen momento para buscar trabajo y se suman a la fuerza laboral. ¿Qué pasa con el desempleo? Simplemente que hay más gente buscando trabajo actualmente que la que había hace unos meses. Por eso digo que la tasa de desempleo viene con noticias viejas, es un indicador rezagado.

 Espero no haber confundido mucho a nuestros estimados lectores. Lo que realmente querría decir hoy con este desvío a temas de economía, es que no se dejen presionar por el miedo que algunos quieren imponernos, que se mantengan bien informados, se cuiden de meterse en deudas y que siempre guarden algo de lo ganado hoy para mañana, nunca se sabe, porque “más vale prevenir que curar”. Si pueden abrir una cuenta de ahorro, mucho mejor.

 Y ya con estos pensamientos los dejo con el resto de la revista de diciembre, que también da mucho para pensar y hablar (esperamos). Todos los que hacemos La Voz les transmitimos los mejores deseos de armonía y felicidad para estas fiestas y ¡buenos planes para el 2010!

Nos reencontramos en febrero.

Mariel Fiori, Directora


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