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Newburgh paga el precio de PFAS en el agua potable
La Base de la Guardia Nacional Aérea de Stewart, justo fuera de los límites de la ciudad, se construyó en los años 30. Décadas más tarde, se convirtió en la fuente de químicos PFAS que todavía plagan la cuenca de la ciudad.
Ahora, datos iniciales de un estudio por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) respaldan investigaciones que conectan a la exposición a PFAS con colesterol y presión sanguínea altos. Ambas condiciones representan un riesgo importante a la salud del corazón y, según los datos, ambas son prevalentes en los participantes del estudio de Newburgh.
Un impuesto a la salud
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés) están en todos lados, desde alfombras hasta celulares. Son muy difíciles de descomponer debido a su estructura química de carbono y flúor, que forman uno de los lazos más fuertes en la química orgánica. Ese lazo es lo que los hace tan útiles: son muy resistentes al calor, aceite y agua.
Los PFAS llegaron por primera vez a la vida de las personas en los 50, cuando se usaban en productos populares de marcas como Scotchgard y sartenes de Teflon. Hoy en día hay miles de PFAS diferentes circulando en todo el mundo, escondidos en pañales, juguetes y contenedores de comida.
Los químicos se relacionan con daños al hígado, enfermedad de tiroides, inmunosupresión, fertilidad reducida y cáncer, entre otros serios problemas de salud. No menos que el 98% de los estadounidenses tiene algún nivel de PFAS en sangre y millones de personas son expuestas por el agua contaminada.
Newburgh es una de diez comunidades monitoreadas en el primer estudio nacional que explora los efectos de los PFAS en la salud de las personas. Los datos iniciales examinan la salud de 1.569 residentes expuestos al agua potable.
“Somos una ciudad con mayoría de vecinos afroamericanos o hispanos. Tenemos 4 millas cuadradas (25 kilómetros cuadrados) y entre 30.000 y 40.000 habitantes”, explica el alcalde de Newburgh, Torrance Harvey. Muchos inmigrantes latinos y de otras nacionalidades ya sufren de enfermedades como la diabetes, cuenta. “Ahora tenemos agua contaminada con PFAS”.
Los residentes se enteraron de la contaminación en 2016. Se rastreó el origen de los químicos a la espuma contra incendios, conocida como AFFF, usada en la base aérea desde la década del 80. Los químicos pasaron de la base a arroyos y riachuelos que desaguan en la reserva de agua potable principal de la ciudad.
El agua contenía un cóctel tóxico de químicos PFAS, entre ellos PFOS, o sulfonato de perfluorooctano, encontrado en espumas contra incendios viejas y considerado posiblemente cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Fue este químico el que la doctora epidemióloga Erin Bell y su equipo de la Universidad de Albany midieron en su estudio, y descubrieron que los adultos de Newburgh tenían casi cuatro veces más PFAS en sangre que el estadounidense promedio.
“Cuando comparamos a las personas con los niveles más altos de PFOS en sangre con los niveles más bajos, encontramos una asociación con la presión sanguínea alta y otra asociación un poco más débil con el colesterol”, dice Bell, coinvestigadora principal del capítulo de Nueva York del estudio de los CDC.
Jennifer Rawlison, nativa de Newburgh, apenas había dado a luz cuando surgió la crisis del agua, y se preocupó mucho más cuando se enteró de lo tóxicos que eran los químicos. “Elegimos quedarnos y vivir aquí”, dice la madre de dos. “Ahí es cuando me pega la culpa”, admite, “por algo tan estúpido como vivir en la ciudad equivocada”.
El estado intervino para pagar por el agua del acueducto Catskill, propiedad de la ciudad de Nueva York, una fuente de agua limpia pero cara que Newburgh ha utilizado desde entonces. Nueve años después, la principal reserva de agua de la ciudad sigue contaminada con PFAS y el Ejército aún está en las fases iniciales de una limpieza total en la base aérea.
Químicos persistentes y dominantes
El estudio más grande hecho hasta ahora sobre los efectos de los PFAS en la salud de las personas es de Parkersburg, Virginia Occidental, donde Dupont arrojó los químicos en el río Ohio, una fuente de agua potable para millones de personas. Parte de la historia se dramatizó en la película de 2019 “Aguas oscuras”. Se descubrió que los participantes del estudio tenían niveles altos de PFOA, ácido perfluorooctanoico, clasificado cancerígeno para los humanos por la OMS. Los investigadores encontraron posibles conexiones entre la exposición a PFOA y la enfermedad de tiroides, preeclampsia, colesterol alto, colitis ulcerosa y cáncer de riñón y testículo.
Los compuestos tienen largas vidas medias (la cantidad de tiempo que le lleva a una sustancia reducirse a la mitad) y sobreviven en el cuerpo humano. “Una vez expuesto, lleva años deshacerse de ellos”, explica el doctor Andrés Cárdenas, epidemiólogo ambientalista de la Universidad de Stanford.
El agua contaminada con PFAS es un tipo de exposición “crónica”, que lleva a la bioacumulación, incluso con concentraciones bajas, aclara Cárdenas. “Bebemos muchísima agua, entonces seguimos acumulando estos químicos, y como sus vidas medias son largas, se nos acopian en el cuerpo”, agrega.
Newburgh cuenta con el peso agregado de la pobreza. Casi un tercio de los residentes viven apenas sobre o debajo de la línea de la pobreza, mientras que en las casas y cañerías más antiguas aún están intentando reducir el plomo. Cuando factores estresantes socioeconómicos como estos se superponen en comunidades contaminadas, pueden actuar en las mismas vías biológicas para exacerbar problemas sanitarios, asegura Cárdenas.
Como con otros tipos de químicos, los niños son particularmente vulnerables, incluso antes de nacer. “Sabemos que los PFAS pueden atravesar la placenta y exponerse a los niños que todavía no han nacido”, dice Bell. También se pueden pasar a los bebés en la leche materna.
Datos recientes de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) observaron que más de un tercio de la población de los EE.UU. está expuesto a PFAS por el agua potable pública. “Los últimos análisis demuestran que más de 165 millones de personas han sido expuestas”, explica la doctora Tasha Stoiber, científica sénior en el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG, por sus siglas en inglés). “Lo que hay que llevarse es que la mayoría tenemos PFAS en sangre porque la contaminación está muy extendida”.
Los investigadores no saben con seguridad cuánto tardan los químicos en degradarse en el medio ambiente, aunque los cálculos varían de cientos a miles de años. Han surgido nuevas tecnologías para desintegrarlos, pero la mayoría sigue terminando en vertederos, dice Stoiber. “Los arrojamos en vertederos, pasan al lixiviado del vertedero, el lixiviado pasa al medio ambiente, y no hay mucha diferencia en cuanto a la degradación”, agrega. “Así que están con nosotros durante una cantidad enorme de tiempo”. Por eso tienen el apodo de Químicos Eternos.
“Esto es personal”
Casi una década después de que se diera a conocer la crisis del agua, la Base de la Guardia Nacional Aérea de Stewart continúa lixiviando PFAS en la cuenca de Newburgh, “Ya pasé el estado de enojo a esta altura”, confiesa Harvey. “El gobierno federal ha hecho poco y nada, solo reunirse y hablar”. El alcalde señala su propia presión sanguínea como posible consecuencia de la contaminación. “Las personas en mi ciudad son víctimas, incluyéndome a mí y mi familia. Por eso, esto es personal.”
Rawlison también quiere respuestas: “¿Cuál es el impacto a largo plazo en la salud de nuestra familia?”
Ha sido una espera larga y dolorosa para aquellos que buscan justicia por la exposición prolongada a PFAS. Mientras tanto, el EWG sigue documentando cientos de sitios contaminados por PFAS del Ejército. En los últimos años, el Ejército reemplazó los AFFF con espumas usando químicos PFAS nuevos. Aunque son menos persistentes, las pruebas sugieren que pueden representar los mismos problemas de salud que los PFAS viejos. “No se quedan en el cuerpo o suelo por tanto tiempo”, aclara Bell, “pero todavía no estamos convencidos de que eso signifique que son más seguros”.
En 2023, la EPA estableció límites para seis PFAS diferentes en el agua potable. Fue la primera ley federal en regular los químicos en los sistemas de agua pública, luego de décadas de contaminación.
Pero bajo un liderazgo nuevo, la agencia anunció en mayo una reducción de las reglas sobre el agua potable para cuatro de los seis PFAS, incluyendo los más nuevos como GenX. Y un plan para limitar los químicos en residuos industriales fue eliminado días después de que asumiera Donald Trump.
Las personas ahora recurren a California, Michigan, Nueva York y otros estados para que refuercen sus propias leyes de agua limpia.
Hasta ahora, el estudio muestra un panorama mayor respecto a los impactos de los tipos de PFAS menos estudiados, dice Bell. “Nos ayuda a entender que algunas de las mismas cosas que vemos en PFOA también las vemos en PFOS, y es posible que también en otros tipos de químicos perfluorados”, aclara.
Se espera que los CDC publiquen los resultados de un estudio más grande a fin de año.
*Publicada originalmente en Science Friday, sciencefriday.com/articles/quimicos-pfas-agua-potable-salud/
*Traducción de inglés por Malena Saralegui para Factchequeado.
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Recuerdos de...
Recuperar mi pasaporte en Jamaica
Una vez en el aeropuerto, mirando la fila para hacer el check-in, me di cuenta de que no tenía mi mochila conmigo, la había dejado en el taxi, junto con todos mis documentos dentro y sin ninguna pista de quien había sido el taxista, ya que lo tomamos en la calle.
Mi instinto inicial fue de revisar las cámaras, a ver si podíamos identificar el número de matrícula. Me enteré de que solo una persona tenía la llave que daba acceso al sistema de cámaras, y no volvería hasta la mañana.
Ya con pocas ilusiones, y el vuelo perdido, me resigné a lidiar con la situación cuando saliera el sol. Junté lo que me quedaba de mis pertenencias, y encontré una silla de playa gigante, cuya base me podría servir de cama, donde me acosté a dormir y esperar.
En algún momento, una de las funcionarias con las que había hablado en el aeropuerto me despertó y me dijo, “Mira, ahí afuera hay un bus que vino del mismo lugar que vos. Habla con él, capaz te pueda ayudar”. Con mi mundo boca abajo, pero con esperanzas renovadas, me levanté de la silla gigante y salí corriendo a la calle donde estaba estacionado un bus de dos pisos.
El conductor me miró, medio asustado, mientras entre alientos trataba de explicar mi situación. Soy turista, sin pasaporte, sin vuelo, y lo único que tengo como referencia es una imagen donde al borde se podía ver un gorro azul que le pertenecía al taxista que nos había traído.
El conductor se quedó mirando la imagen con el ceño fruncido. Después de un tiempo, el señor me miró y me dijo, “Yo conozco este gorro, súbete”.
Y si, no era lo ideal subirme a un bus vacío con un extraño, pero era la primera pista hacia una resolución exitosa que había encontrado. Entonces me adentré por las calles de Kingston, Jamaica. Al poco tiempo las calles se volvieron más angostas, empedradas, y lo único que me recordaba que no estaba en Paraguay eran los carteles en inglés, y el acento local que hacía explicar mi situación más difícil.
Eventualmente pasamos por debajo de un puente que casi raspo el techo del bus, y fue ahí donde el conductor pegó una llamada, y al poco tiempo ví un gorro azul aproximándose al vehículo—el taxista con mi mochila en mano. Con todas mis pertenencias, el conductor me llevó de vuelta al aeropuerto. Al llegar le dí todo el efectivo que me quedaba, que no era mucho, y tuve que insistir para que lo acepte.
Al entrar al aeropuerto me sentí como una celebridad. Incrédulos, todos los trabajadores (ya que había hablado con cada uno de ellos) empezaron a aplaudir.“
¡Mochilero!” me gritaban mientras me adentraba a los procesos de aduana en camino a mi puerta de partida.
Mi vuelo originalmente era a las 3:00AM. Eran las 7:00 AM y ya me encontraba en el próximo vuelo directo a los Estados Unidos, donde estaría volviendo a un Kingston mucho más cercano. Mientras avanzábamos hacia el despegue, me quedé pensando. De no ser por la funcionaria que me despertó, o el conductor que manejó por dos horas en la madrugada para ayudar a un extraño, dudo que el resultado hubiese sido el mismo. Cuando pienso en este viaje, no son las playas, o el sol, o el relajo en lo que pienso. Pienso en cómo una ciudad entera se despertó para ayudar a alguien que lo necesitaba, y sonrío.
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Guía de Recursos
Guía de recursos
Feria de Fotolibros y Zines en Kingston
Sábado 9 y domingo 10 de agosto, de 11am a 6pm., en 25 Dederick Street, Kingston, con más de 30 editoriales independientes y artistas locales y visitantes que ofrecerán zines y fotolibros en venta. La entrada gratuita y abierta al público. También habrá charlas con artistas, recorridos por el nuevo estudio de impresión de CPW y talleres para crear zines, incluyendo uno liderado por el programa juvenil de MKAD. cpw.org/zinefair/
Inscripciones en un solo día en SUNY Ulster
En agosto SUNY Ulster ofrece jornadas de inscripción para comenzar el semestre de otoño 2025.
Stone Ridge Campus – 491 Cottekill Road:
Martes 12 de agosto, 10am a 4pm
Miércoles 13 de agosto, 10am a 4 pm
Lunes 18 de agosto, 10am a 4 pm
Martes 19 de agosto, 10am a 6pm
Jueves 21 de agosto, 10am a 6pm
Viernes 22 de agosto, 9am a 4pm
Kingston Center [KCSU] – 94 Mary's Avenue:
Jueves 14 de agosto, 10am a 8pm
Viernes 15 de agosto, 10am a 4pm
Requisitos: Certificado de secundaria oficial en sobre sellado, o constancia GED o IHIP; Transcripciones universitarias oficiales en sobre sellado. También pueden ser enviadas por correo electrónico a: [email protected]. Las clases comienzan el lunes 25 de agosto.
Conversatorio comunitario en Monticello
Serie de conversaciones comunitarias del condado de Sullivan organizadas por SALT (Sullivan Allies Leading Together), el Comité por la Equidad y la Justicia, y la Biblioteca Pública Ethelbert B. Crawford. La próxima es el miércoles 14 de agosto, de 6 a 7:30pm, en la biblioteca Ethelbert B. Crawford, 479 Broadway, Monticello. Se invita a todas las personas interesadas a reflexionar colectivamente sobre qué significa la libertad en diferentes contextos. Más información en: ebcpl.org o contacte a SALT a través de sus redes sociales.
Celebración en comunidad: National Night Out en Woodridge
Martes 5 de agosto de 5:30 a 8:00 p. m., parque Krieger en Woodridge, un evento familiar y gratuito organizado por Fallsburg Communities That Care Coalition, los Departamentos de Policía de Woodridge y Fallsburg, y el municipio de Woodridge. Habrá música a cargo de DJ Lisa Love, comida, juegos, actividades para niñas y niños, baloncesto, manualidades, una resbaladilla inflable, recursos educativos y transporte gratuito. Es una oportunidad para fortalecer lazos comunitarios, apoyar la seguridad pública local y compartir en un ambiente festivo. Para más información o para inscribirte como expositor, escribe a [email protected] o llama al (845) 796-8625.
Diploma de equivalencia de secundaria en Dutchess Community College
El Dutchess Community College (DCC) abre inscripciones para sus clases de HSE (High School Equivalency), una oportunidad para obtener el diploma de equivalencia a la secundaria. Las clases inician el 2 de septiembre de 2025.
Se ofrecen dos modalidades: clases presenciales en Dover Plains, Fishkill o Poughkeepsie, y clases 100% en línea. Ambas opciones están disponibles en inglés y español, con sesiones en la mañana o en la noche, de lunes a jueves. También hay clases de inglés (ESL) disponibles.
El costo inicial es de solo $20. El programa está abierto a personas mayores de 18 años, con o sin título previo, y se habla español. Más información en: sunydutchess.edu/hse-interest o llame al (845) 790-3590.
Festival Caribeño del Hudson Valley
El sábado 16 de agosto, de 12pm a 7pm, Kingston Point Beach será el escenario del 6º Festival Caribeño del Hudson Valley, organizado por Seasoned Gives. Gratis. Una jornada llena de música, cultura y alegría para toda la familia. Ritmos en vivo como soca, reggae, calipso y steelpan, además de saborear delicias caribeñas como pollo jerk y plátanos dulces. También habrá juegos y actividades para niños, así como vendedores con artesanías y productos únicos. Representando a países como Puerto Rico, Jamaica, Barbados y Trinidad, este festival es un homenaje a la riqueza cultural del Caribe y un punto de encuentro para la comunidad latina y caribeña del Valle del Hudson. Más información, oportunidades de patrocinio y participación: seasonedgives.org/6th-annual-caribbean
Feria del Condado de Dutchess
Del 19 al 24 de agosto, en Rhinebeck, una de las ferias más grandes y antiguas del estado. Durante seis días, los visitantes podrán recorrer exhibiciones agrícolas, presentaciones musicales en vivo, competencias, puestos de comida típica, juegos mecánicos, actividades para niños y mucho más. Entrada gratuita para menores de 11 años; la entrada general para mayores de 12 años es $18 en la puerta, o $15 en línea con antelación. Las personas mayores de 65 años y militares pueden entrar por $12 solo el miércoles, presentando identificación. Para quienes deseen disfrutar de los juegos y montañas rusas, hay una pulsera de acceso ilimitado por $30 si se adquiere antes del 18 de agosto ($40 en taquilla). Más información y boletos: dutchessfair.com/the-fair
Día de Agradecimiento a Veteranos en Wappingers Falls
El sábado 9 de agosto se celebrará la 11.ª edición del Veteran’s Appreciation Day en el Heritage Financial Park de Wappingers Falls. Entradas gratuitas para veteranos y sus familias, con comida y bebida antes del partido, una ceremonia especial a las 4pm y recursos para veteranos distribuidos por todo el estadio. El juego de béisbol entre los Hudson Valley Renegades y los Brooklyn Cyclones comenzará a las 5:05pm, con apertura de puertas a las 2:30pm. Para más información, contacte a la oficina de los Renegades al (845) 838-0094.
Taller de arte y asesoría para artistas hispanohablantes en Hudson
La artista Lydia Rubio ofrece un espacio de acompañamiento artístico para jóvenes y mujeres de la comunidad hispana interesadas en desarrollar sus habilidades en dibujo, pintura, composición y concepto. Las sesiones están dirigidas a personas mayores de 17 años con distintos niveles de experiencia, desde principiantes hasta artistas graduados. Las asesorías son individuales, por Zoom o en persona, y pueden incluir revisión de portafolios y crítica de obras. Cada sesión dura una hora y cuesta $80, o tres sesiones por $200. Horarios flexibles. Para postular, enviar un correo a [email protected] con dos imágenes de trabajos recientes y una breve descripción de la experiencia previa y objetivos. Más información en: lydiarubio.com
Grupos gratuitos de apoyo para cuidadores en el Hudson Valley
La Asociación de Alzheimer ofrece grupos de apoyo mensuales, presenciales y virtuales, para personas que cuidan a familiares con demencia. En el condado de Sullivan, hay reuniones los lunes por la mañana en Liberty y los miércoles por la tarde en colaboración con Cornell Cooperative Extension. También hay encuentros regulares en Dutchess, Ulster, Orange, Rockland y Westchester. Entre los grupos virtuales hay opciones para jóvenes cuidadores, hijos adultos, cónyuges y quienes cuidan a personas en residencias. Todos los grupos son gratuitos y facilitados por profesionales. Más información en alz.org o 800.272.3900
Clases de salsa y baile de salón en HPAC, abiertas al público
El Hurleyville Performing Arts Centre (HPAC), en el condado de Sullivan, ofrece clases abiertas de salsa y baile de salón todos los lunes y viernes por la noche. A cargo del instructor Edgar Osorio, para personas de todos los niveles, en un ambiente social y accesible. Además de salsa se enseña tango, foxtrot y quickstep. $20 por clase, no se requiere inscripción previa. Más información en: hpacny.org/ballroom-salsa-classes/
GCSEN ayda a veteranos emprendedores en el Hudson Valley
Desde su sede en Kingston, el Global Center for Social Entrepreneurship Network (GCSEN) ofrece programas gratuitos y personalizados para ayudar a veteranos militares a iniciar negocios con impacto social. Con entrenamientos intensivos, asesoría continua y enfoque en Personas, Planeta, Ganancias y Comunidad, GCSEN busca transformar a los veteranos subempleados o desempleados en emprendedores independientes. Más información en gcsen.org o [email protected]
Clases gratuitas de inglés con lectura y escritura comunitaria
En Poughkeepsie, el programa Still Waters in a Storm ofrece clases semanales gratuitas de inglés basadas en la escritura y lectura compartida. Dirigido por Stephen Haff, todos los miércoles de 4:30pm a 6:30pm en la Christ Episcopal Church, 20 Carroll Street. Las sesiones combinan lectura en voz alta, redacción de narraciones personales, diálogo grupal y adaptaciones teatrales como pasajes de Don Quixote, mezclando aprendizaje de idiomas con arte y comunidad awesomefoundation.org. Familias inmigrantes participan en un entorno multilingüe: hispanohablantes, francófonos, hablantes de árabe, ruso, entre otros. stillwatersinastorm.org
Consulado Mexicano sobre Ruedas en Kingston
Martes 19 al sábado 23 de agosto en Clinton Avenue United Methodist, 122 Clinton Ave, Kingston. Es necesario hacer cita, a través del sistema Mi Consulado al número +1 (424)-309-0009, al sitio web: citas.sre.gob.mx o mensaje de WhatsApp al +1 (424) 309 0009.
Fiesta de jardín para apoyar el arte en el Valle del Delaware
El sábado 30 de agosto a las 4 pm, la organización Delaware Valley Arts Alliance (DVAA) celebrará su tradicional Garden Party en Ladybug Land, una residencia privada de artistas en Cochecton, NY. El evento incluye cena al aire libre, música en vivo, cócteles artesanales, fogata y una subasta de experiencias locales únicas. La chef Mercedes Golip, del proyecto Casa Masa, será la encargada del menú inspirado en ingredientes de temporada y su herencia venezolana. Los fondos recaudados apoyarán las exposiciones, festivales y fondos de arte que DVAA sostiene a lo largo del año en la región. Entradas en: delawarevalleyartsalliance.org/garden
Teatro Musical bilingüe en Tarrytown: Spanglish Sh!t
Viernes 8 de agosto, 7 a 8pm, en The Pocantico Center, 200 Lake Rd., Tarrytown. Spanglish Sh!t es un musical bilingüe en desarrollo que combina humor, sátira política y cultura caribeña. Brujita es una bruja puertorriqueña trans, acusada de invocar un huracán para destruir la Casa Blanca. La música es de Josiah Handelman, Matthew Zwiebel y Mobéy Lola Irizarry, con libreto de Samora La Perdida. Produce En Garde Arts. Recomendado para mayores de 13 años. Boletos a $16.82 (compra anticipada obligatoria). rbf.org/pocantico (914) 524-6560.
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Sueño Americano
“Migrar no es un crimen, es un acto de supervivencia”
¿Por qué se fue de Honduras y cómo fue su llegada a los Estados Unidos?
Salí de Honduras en 1984 por razones políticas. Un familiar fue desaparecido por su participación en movimientos sociales, y eso nos obligó a salir del país. Llegué con una bolsita en la mano, sin imaginar que me quedaría toda la vida. Al principio trabajé en una fábrica con salario mínimo. No fue fácil: el idioma, la cultura y el racismo me chocaron fuerte, pero encontré apoyo en comunidades como la puertorriqueña que me tendió la mano.
¿Cómo encontró su camino hacia el ministerio religioso?
Yo ya venía con conciencia social desde joven. Aquí, a través de movimientos de solidaridad, conocí a pastores que me invitaron al seminario. Me enamoré de la teología y seguí formándome. Estudié en Empire State College y luego en el seminario, hasta que me ordenaron como sacerdote. Fue un proceso largo y duro, 16 años, pero sabía que tenía que abrir camino para otros. Fuí recibido en abril de 1990 y soy el primer hondureño ordenado en la diócesis, lo cual conlleva mucha responsabilidad.
¿Qué obstáculos enfrentó como inmigrante y líder religioso?
Además de las barreras legales y académicas, enfrenté racismo dentro y fuera de la iglesia. Muchos compañeros abandonaron el camino porque el proceso era muy largo. Yo seguí, convencido de que los cambios se hacen desde adentro. También tuve que replantearme temas como la inclusión LGBT desde una perspectiva de fe. Ha sido un proceso de transformación espiritual y humana. Nada ha sido fácil, pero todo ha valido la pena.
¿Cómo es a la comunidad latina de su iglesia?
La comunidad aquí es muy diversa: hay hondureños, garífunas, caribeños, centroamericanos. Pero enfrentamos desafíos similares. Mi sueño siempre ha sido que nuestra iglesia no sea un espacio prestado, sino nuestro. Por eso trabajamos para que todos se sientan parte de ella, con voz, con poder, con dignidad. Apoyamos especialmente a quienes no tienen documentos. Todos tienen derecho a migrar y vivir con dignidad. Migrar no es un crimen, es un acto de supervivencia.
¿Qué hace su iglesia para apoyar a los inmigrantes?
Nuestra iglesia se ha declarado santuario. No exigimos diezmos ni membresías; primero está la necesidad de la persona. Ayudamos a quienes no tienen papeles, conectamos con servicios legales, damos espacio para despedidas, bautizos, celebraciones, sin burocracia. Formamos un equipo de testimonio para que la comunidad angloparlante también se involucre en la defensa de los latinos. Queremos que nuestra iglesia sea una verdadera comunidad de transformación, no solo un templo, sino un hogar.
Servicios para la comunidad
La Iglesia del Buena Pastor en Newburgh, en 271 Broadway, ofrece comidas semanales gratuitas los sábados y domingos (ensaladas, sándwiches, platos calientes), un ropero comunitario (ropa, abrigos, bolsas navideñas), y servicios religiosos en español. Además, atienden a personas en situación de vulnerabilidad, coordinan donaciones y cuentan con voluntarios, incluidos los cadetes de West Point. Para más información, visite su página web en: shorturl.at/LCCBm.
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Vida saludable
Explorando la niebla mental o el cerebro menopáusico
La niebla mental en la menopausia incluye problemas de memoria y concentración, con síntomas como olvidos, dificultad para concentrarse y confusión. Factores incluyen los cambios hormonales, la falta de sueño, el estrés y el estilo de vida.
Hormonas
El estrógeno y la testosterona son hormonas vitales en los ovarios femeninos que afectan la cognición y la memoria. El estrógeno es esencial para la salud cerebral, ya que mejora la función de las células nerviosas, promueve el crecimiento de nuevas células y facilita las conexiones entre ellas. También ayuda a las células cerebrales a utilizar la glucosa, su principal fuente de energía. Una disminución de estrógeno durante la menopausia afecta tanto al cerebro como al cuerpo. Las investigaciones indican que la energía cerebral disminuye durante la menopausia, lo que provoca ansiedad, depresión y problemas de memoria. Por otro lado, la testosterona fortalece las conexiones de las células nerviosas, lo que favorece la claridad mental y la energía, y fortalece los vasos sanguíneos que irrigan el cerebro, vital para la memoria.
Problemas de sueño
Muchas mujeres experimentan problemas de sueño durante la menopausia, entre el 35% y 60%, lo que puede afectar la función cognitiva. Priorizar un buen sueño es vital para controlar la confusión mental relacionada con la menopausia.
Estrés
La menopausia puede ser estresante para las mujeres, especialmente al compaginar el trabajo, las finanzas, los hijos y el cuidado de ancianos. Los expertos sugieren estrategias para mejorar la salud mental y reducir la confusión mental, como evitar el colesterol LDL alto y los alimentos con grasas saturadas, como las frituras. La dieta mediterránea, rica en omega-3 y grasas saludables, prioriza las frutas frescas, las verduras, los cereales integrales, el pescado, las legumbres, los frutos secos y el aceite de oliva.
Ejercicio
La actividad física beneficia a todos, especialmente a las mujeres en la menopausia. Puede mejorar el estado de ánimo, la calidad del sueño y la regulación hormonal, lo que podría mejorar la memoria y la cognición. Intenta realizar 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, eligiendo actividades placenteras como caminar, trotar, andar en bicicleta, hacer senderismo o yoga. Además, incluye entrenamiento de fuerza al menos dos veces por semana con pesas o máquinas para desarrollar y mantener la musculatura.
Actividades de memoria
Desafía tu mente con crucigramas, lectura, nuevos pasatiempos, manualidades y conversaciones interesantes. Los juegos mentales y el aprendizaje de cosas nuevas pueden mejorar la concentración, la memoria y la agilidad mental.
Cultivando la consciencia
Si estás experimentando la menopausia y confusión mental, no estás sola. Escucha nuestro podcast, "Las Mujeres Vitales de Washington Heights", donde Iris Douglas (terapeuta de reiki) y su servidora hablamos sobre diversos temas y perspectivas. Más información en [email protected].
Referencias: Haver, M.C., MD (2024), La nueva menopausia
*Ivette O’Sullivan tiene una Certificación de Especialista en Coaching para la Menopausia (GGS): perspectivas basadas en evidencia creadas por mujeres para mujeres.
**Divulgación: concebí y redacté contenido en un editor de texto, lo perfeccioné con herramientas de inteligencia artificial como Grammarly y lo revisé para reflejar el mensaje deseado).
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Editorial
Un poco para cada uno
¿Te interesa la ciencia accesible, la salud, el medioambiente y los derechos civiles? ¿Eres una mujer hispana de mediana edad atravesando la menopausia? ¿O eres profesional de la salud trabajando con población latina femenina? ¿Te interesa el empoderamiento femenino y la salud mental?
¿Te gusta la poesía, el arte y la literatura latinoamericana? ¿Eres inmigrante y reflexionas sobre la identidad, la pertenencia y la creatividad? ¿Disfrutas de las crónicas de viaje o de las historias humanas con un toque de humor? ¿Eres una mujer entre 30 y 65 años con formación universitaria? O por el contrario ¿eres un adulto joven de 20 a 40 años de primera o segunda generación y consumes medios digitales?
¿Eres madre o padre de familia y buscas mejorar la dinámica emocional del hogar? ¿Te interesa la neurociencia aplicada, la psicología positiva y el bienestar familiar? ¿Eres un adulto, entre 25 y 70 años, con ingresos medios o bajos y te preocupa la salud mental, la economía doméstica y el acceso a servicios en español? ¿Hablas español y enfrentas barreras idiomáticas en los Estados Unidos? ¿O eres un profesional del lenguaje, estudiante, o docente, interesado en la justicia social, los derechos civiles y la equidad lingüística?
Si respondiste que sí a una o más de las preguntas anteriores, entonces el resultado de este “test” es muy positivo. ¡Estás en el lugar correcto: la revista La Voz de agosto! Y es que en este número de La Voz tenemos un poco de todo para cada uno.
En nuestra sección Usos y costumbres, les comparto las perspectivas de tres practicantes de la justicia del lenguaje en el Valle del Hudson. Y es que, por ley, todos tenemos derecho a recibir información gubernamental, incluyendo en temas legales, salud y educación, en el idioma que entendemos.
En la sección vida saludable, Ivette O’Sullivan, Especialista en Coaching para la Menopausia (GGS), escribe sobre la niebla mental o el cerebro menopáusico, y repasa los puntos principales de estrategias naturales o integrales para el autocuidado y la salud mental.
En la sección Sueño americano, un espacio donde compartimos el perfil de un inmigrante cumpliendo su versión del llamado sueño americano, Andrés Pérez Rangel, estudiante de Bard College y redactor de La Voz, entrevista al Reverendo Rigoberto Ávila-Nativi, de la Iglesia del Buen Pastor de Newburgh, quien dice que “migrar no es un crimen, es un acto de supervivencia”.
En la sección actualidad, gracias a una colaboración con Science Friday, una plataforma digital fuente de artículos y podcast entretenidos y educativos sobre ciencia y tecnología, la periodista Shantal Riley explica por qué Newburgh paga el precio de PFAS en el agua potable.
El profesor Camilo Rojas entrevista para su columna Nuestros artistas, a la poeta bilingüe de Argentina y residente en Beacon, Celia Reissig. En la sección Recuerdos de… Nohan Meza, coordinador general de La Voz, escribe con un toque de humor de la vez que tuvo que recuperar su pasaporte cuando pretendía salir de Jamaica.
En su columna El poder del amor, la psicóloga holística Dora Inés Grosso García habla de las prácticas familiares para cultivar la inteligencia emocional, desde una mirada de la neurociencia y la psicología holística.
Elisvanell Celis, estudiante de Bard y la integrante más reciente al equipo de La Voz, escribe para la sección Recurso sobre la ludopatía, o la adicción al juego, una adicción invisible que afecta a casi un millón de personas en el Estado de Nueva York.
Y por supuesto hay también un poco de todo y un poco para cada uno en nuestra Guía de recursos mensual. ¿Hay algún otro tema que te gustaría ver en un próximo número de La Voz? Mándame un mensaje a [email protected], y ¡haz oír tu voz!
Ahora sí, llegamos al final de esta editorial presentando el número de agosto de La Voz.
¡Pasen y lean!
Mariel Fiori
Directora
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Usos y costumbres
La justicia del lenguaje en el Valle del Hudson
Liliana Sierra llegó a Valle del Hudson en medio de la pandemia, con la experiencia de haber trabajado en la Cooperativa de Intérpretes Caracol, que estuvo en operaciones desde 2010 hasta 2020, con ocho trabajadoras dueñas y varios colaboradores independientes con una gran demanda en la Ciudad de Nueva York. Para Sierra, que ahora estudia etnomusicología en Bard College, la justicia del lenguaje “significa darles relevancia e importancia a los idiomas o a las palabras, a los conceptos, que generalmente no ocupan el espacio auditivo o visual, incluyendo al lenguaje de señas. La justicia del lenguaje busca descolonizar desde el lenguaje, porque vivimos es una sociedad que ha sido organizada dentro de los conceptos occidentales de los idiomas colonizadores, el inglés, el español, incluso. Depende del contexto, estos idiomas son idiomas dominantes y han dominado sobre otros idiomas que ya no se escuchan tanto. La justicia del lenguaje busca que se escuchen más y no solo estos idiomas, sino también sus sabidurías, sus cosmovisiones, entendimientos del mundo”. Y es que un idioma también es la manera en que pensamos el mundo.
Cristóbal Guerra, que conoció a Sierra como colaborador independiente con la Cooperativa Caracol, y ahora estudia cine en Bard, está muy de acuerdo con esta definición y agrega que al fin y al cabo el lenguaje es una herramienta. “Se puede usar para bien y para mal, ¿verdad? Y depende del contexto tiene ciertos poderes que crean desventajas y ventajas. Nuestro rol siempre cuando llegamos a un espacio en la práctica es llamar la atención a estas inequidades que existen ya en el lenguaje de por sí. Igual es algo que también sigue transformándose y creciendo. Como intérpretes llegamos a espacios y hablamos de la importancia de crear un espacio en la mesa para personas que no hablan el lenguaje dominante”, explica Guerra.
Cuando los intérpretes hablan de un lenguaje dominante, no porque “domine” quiere decir que sea mejor o peor que los otros idiomas. Verónica Martínez Cruz, recientemente graduada de Bard en derechos humanos y estudios latinoamericanos, aclara “es el idioma que se habla más en el espacio. Por ejemplo, aquí tú vas a una junta escolar, a la universidad. Todo es en inglés (a menos que tomes una clase de español)”.
El Colegio de Abogados de los Estados Unidos (ABA, por sus siglas en inglés) dice que “todas las comunidades lingüísticas” deben recibir “un trato sistemático y justo, así como el respeto a sus derechos lingüísticos fundamentales: los derechos humanos y civiles, como el derecho a preservar las lenguas no dominantes, a acceder a servicios esenciales sin barreras lingüísticas y a vivir sin discriminación lingüística en la educación, el lugar de trabajo, la participación cívica y en todos los demás contextos”. Cada persona tiene el derecho a poder comunicarse, comprender y ser comprendido en el idioma que prefiera y en el que se sienta más articulado y con mayor poder. Así se “rechaza la noción de la supremacía de una lengua, reconoce que la lengua puede ser una herramienta de opresión, así como un elemento importante del ejercicio de la autonomía y del avance de la justicia racial y social”, destaca el ABA.
¿Qué es entonces el lenguaje inclusivo? Martínez Cruz lo ve en la forma de tener espacios multilingües, “donde todas las personas puedan tener la oportunidad de participar, sin importar qué lenguaje hablen”. Y agrega que ahora “se ha usado mucho el lenguaje inclusivo en términos de género, respetar cómo las personas se denominan a ellas mismos. A veces es muy difícil para algunas personas hacerlo. Pero es el respeto de decir: no lo entiendo, pero lo respeto”.
La Sociedad Lingüística de América (LSA) define que “el lenguaje inclusivo reconoce la diversidad, transmite respeto a todas las personas, es sensible a las diferencias y promueve la igualdad de oportunidades”. Hasta aquí, la ONU y la RAE coinciden. El tema se complica cuando llegan nuevas maneras de expresar el género en español, usando el morfema “e” como término neutro, para evitar el binarismo gramatical (masculino/femenino) y visibilizar identidades no binarias. Por ejemplo, elle en lugar de él/ella, o les niñes en vez de los niños/las niñas.
Y aunque sea una tarea complicada el cambiar cada adjetivo del español de esta manera, Sierra lo considera “divertido, de pronto como playful o juguetón, como experimental hasta cierto punto. Porque los idiomas todo el tiempo están cambiando, están evolucionando, palabras nuevas se añaden al diccionario cada día. El lenguaje inclusivo es un área con mucho potencial, con mucha posibilidad de ayudarnos a cuestionar no solamente cómo se maneja el género en un idioma, sino a qué es lo que nos está forzando el idioma a ponerle atención y a qué no. Si comenzamos a cuestionar un poco. ¿Por qué se nos ha enseñado que nosotros es el plural masculino, es el estándar, o el neutro? ¿Qué tan neutro es eso? Y si cuestionamos eso, de pronto se abre una ventanita de ideas. Es importante generar esa flexibilidad.”
Así que el lenguaje inclusivo es también parte de la justicia del lenguaje. Guerra razona que “hay muchas diferentes capas dentro de cómo uno se comunica. De nuevo, una herramienta cambiante constantemente y la intención es ser lo más inclusive posible. Y eso tiene que ver con muchas cosas. Hay veces que no es útil complicar la situación con el proceso. El lenguaje se va creando orgánicamente entre nosotros, es algo que se trabaja y debe de haber una apertura para hacerlo porque no todo el mundo se identifica con el género masculino o femenino. La realidad es que el lenguaje debe adaptarse a eso”.
En 1990 el Congreso aprobó la Ley sobre estadounidenses con discapacidades (ADA, según sus siglas en inglés) en la que se establece que “los servicios públicos deben garantizar acceso equitativo a personas con discapacidades, incluyendo intérpretes de lengua de señas.” En 2000, una Orden Ejecutiva del presidente Clinton, mandó a las agencias federales o que reciban fondos federales a “mejorar el acceso a los servicios para personas con dominio limitado del inglés (LEP).” Esta OE está en revisión a julio de 2025.
Por su parte, en el Estado de Nueva York, se pasó una ley, en 2011, ampliada en 2021, sobre el Acceso a las lenguas en la que se ordena que “las agencias estatales que prestan servicios al público deben proporcionar traducción escrita y oral en los 12 idiomas más hablados por comunidades con dominio limitado del inglés (LEP) en el estado”. Uno de esos 12 idiomas más hablados es el español. La “traducción oral” es la interpretación.
Así que el armar espacios multilingües, donde no hay un idioma dominante, sino que cada persona se puede expresar en el idioma que se sienta más cómoda, está amparado por las leyes federales y estatales, y es además una fuente laboral de ingresos. Martínez Cruz refiere que “hay una gran demanda también. Siempre se buscan intérpretes”, pero enfatiza que “es importante no solamente hacer el trabajo, sino también educar a las personas que lo están haciendo decirles: tú tienes derechos, se te debería pagar por este trabajo, y deberías, si es posible, recibir entrenamiento”. Y para las organizaciones que buscan intérpretes, anima a que “tengan conciencia de que tienen que poner ese servicio dentro de sus presupuestos anuales”, es decir, apartar fondos para contratar servicios de traducción e interpretación.
Recursos
Oficina del Estado de Nueva York de Acceso a las lenguas
Directorio de colectivos de justicia del lenguaje
ATA, Asociación estadounidense de traductores e intérpretes
Testimonios y herramientas para practicantes
Préstamos de equipo de interpretación (para interpretación simultánea)
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Nuestros artistas
Celia Reissig, llenando espacios vacíos asignándoles nombres
Eres originaria de Argentina. ¿Qué te trajo al Valle del Hudson?
Quería estar más cerca de mis padres, que vivían en Rhinebeck. Soy relativamente nueva en el condado de Dutchess, ya que he vivido en el Valle del Hudson durante unos once años, dependiendo de cómo se defina la región. Antes residí en el condado de Westchester, la ciudad de Nueva York, Long Island y Argentina.
¿Qué es lo que te hace quedarte aquí en el Valle del Hudson?
Aprecio sinceramente el entorno natural. Disfruto hacer caminatas y andar en kayak en el río Hudson y explorar sus numerosos senderos. Esta zona tiene una comunidad artística vibrante, lo cual me resulta increíblemente inspirador como artista, escritora, poeta y dramaturga en ciernes. Mi inspiración proviene de la naturaleza y de mis interacciones con las personas que me rodean: mis vecinos, artistas locales, miembros de Beacon Artist Union, Maria Lago Gallery y Howland Cultural Center. Realmente se han convertido en una familia extensa.
¿Cómo ha influido el valle del Hudson en tu poesía? ¿Es esa influencia evidente?
Mi conexión cada vez más profunda con la naturaleza ha influido significativamente en mi poesía. La naturaleza sirve como portal hacia lo espiritual y el universo. Además, me inspiro en los diversos artistas, escritores, artistas visuales, bailarines y músicos que he conocido en esta región. Hay una magia palpable aquí. Nunca me ha gustado demasiado la mente estrictamente racional. Experimenté esta magia de primera mano en la obra comunitaria del Festival de Shakespeare del Valle del Hudson, Rip Van Winkle o Corta la Vieja Luna en Estrellas. Fue entonces cuando me encontré con algunos fantasmas del Valle del Hudson; este lugar está lleno de espíritus hermosos.
¿Cuál es el tema central de tu poesía?
Ya sea poesía, pintura o danza, el arte está profundamente entrelazado con nuestra alma y esencia, evolucionando junto con nosotros. Nuestra expresión artística madura a medida que envejecemos, aprendemos y adquirimos sabiduría. Mi viaje con la poesía comenzó en la infancia, mientras crecía en Argentina, y ha seguido siendo una compañera constante. Inicialmente, mis poemas exploraron la dinámica familiar y los sentimientos personales, sirviendo como auto terapia. Esto evolucionó a medida que navegaba por las complejidades de la inmigración, dejando Argentina con mi familia para ir a un país desconocido con un idioma extranjero, una decisión que no fue mía. Tanto cuando era niña como más tarde como inmigrante, estas profundas experiencias se reflejaron constantemente en mi poesía. Para mí la poesía es una actividad misteriosa. A diferencia de las obras de teatro o los cuentos, donde puedo planificar, la poesía surge sin un tema o lenguaje predeterminado. Es menos intelectual y más un portal hacia el subconsciente o espiritual, alimentado por una energía creativa única.
Argentina, latinoamericana o inmigrante: ¿cómo defines tu identidad latina?
Las diversas experiencias de los individuos latinos varían enormemente dependiendo de factores como su edad al llegar a un nuevo país, si nacieron allí de padres latinos y el grado en que su herencia cultural se preservó dentro del hogar. Me considero una ciudadana global, profundamente moldeada por mi cultura y mi idioma, aunque influenciada por muchos otros elementos. Nací en Copenhague, Dinamarca, mientras mi padre científico trabajaba en el extranjero, regresé a Argentina a los tres meses. Dinamarca me negó la ciudadanía debido a mi origen paterno. Argentina me negó la ciudadanía debido a mi lugar de nacimiento, dejándome apátrida hasta los 13 años, cuando Estados Unidos me otorgó la ciudadanía por naturalización.
¿Cómo influye el hablar cuatro idiomas diferentes, especialmente idiomas que no sean el inglés, en tu poesía natural?
Entre los idiomas que conozco (inglés, francés, español e italiano), todos poseen una musicalidad distintiva. Incluso el inglés, a menudo percibido como menos melódico que sus homólogos romances, tiene un ritmo interno de notable poder y belleza. Escribo principalmente en español, inglés y spanglish.
Como profesora de literatura has impartido clases y conferencias sobre literatura latinoamericana y española. ¿Cómo influyó en los estudiantes y cómo fue su experiencia?
Después de 35 años en Mercy University, enseñando lengua y literatura inglesa y española, desarrollé una especialización en estudios latinos y latinoamericanos. Ayudé a conseguir una subvención para la Iniciativa del Fondo Nacional para las Humanidades, que trajo nuevos cursos y conferenciantes al programa. Estoy orgullosa de mi papel en el reconocimiento de las contribuciones latinas y latinoamericanas, especialmente en una institución que presta servicios a los hispanos, garantizando que la universidad realmente sirva a su población estudiantil latina. Antes era una artista tímida, pero desde que me jubilé me he vuelto más abierta, aunque no estoy seguro del por qué. Dudé en compartir mi trabajo, prefiriendo destacar a otros escritores latinos. Sin embargo, mi escritura creativa fue bien recibida en clase, especialmente por los estudiantes latinos. En Estados Unidos, los latinos a menudo optan por pasar desapercibidos, pero las salidas creativas privadas, como la lectura o la escritura, pueden ser influyentes. Hace una década, enseñé escritura creativa en español en el Hudson Valley Writers Centre, financiado por una beca, durante varios años. Mis estudiantes latinos encontraron que escribir era increíblemente terapéutico, similar a llevar un diario.
¿Qué poetas recomiendas para las nuevas generaciones?
Pablo Neruda, poeta chileno, es mi ídolo literario. Su poderoso trabajo en favor de la justicia social nunca sacrificó la integridad artística. Mi madre, ex presa política en Argentina, encontró fuerza en su poesía. También admiro a Julia Álvarez, particularmente sus Poemas de tareas del hogar, que revelan un significado profundo de las tareas domésticas cotidianas. Lo que he aprendido de Julia y Pablo, y tomo muy en serio, es cómo los mensajes profundos pueden transmitirse de forma sencilla, haciéndolos mucho más impactantes que enfoques excesivamente intelectuales o estéticos.
¿Qué es lo próximo para ti?
Mis proyectos actuales incluyen trabajos creativos colaborativos en Beacon, una comunidad artística vibrante. He trabajado con Beacon Artists Union, una galería cooperativa, durante varios años, y recientemente presentamos "Meet Your Muse", que muestra colaboraciones entre artistas visuales y escritores.
Mamá
te veo mamá
desde muy lejos
te vas achicando
un dolor mudo en la garganta
agota las lágrimas
yo conozco tus dolores
tus sueños
tus blusas secándose en la ducha
el olor a pintura que te envuelve como perfume
el paso lento sobre madera
los anteojos negros al lado del diario
el rojo que besa la taza de té
te vas haciendo más grande
reconozco el suave abrir de tus ojos
las manos inquietas que acarician el mantel
ya estás una vez más a mi lado
y logramos darle nombre a nuestros vacíos
los que nos separan cuando más queremos estar juntas.
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Recurso
La adicción invisible
“A esta adicción no le importa tu raza, edad o situación migratoria. Le puede pasar a cualquiera. Pero muchas veces las personas piensan que no es tan grave o que no les afecta”, afirma Leilani Yizar-Reid, quien lidera este centro desde 2019. Con experiencia previa en prevención del uso de sustancias en Nueva York, se unió al Consejo del Estado de Nueva York sobre el Juego Problemático para conectar a personas en riesgo con apoyo especializado.
El centro forma parte de una red estatal con siete oficinas en Nueva York y abarca los condados de Sullivan, Dutchess, Orange, Ulster, Rockland, Westchester y Putnam. “Nuestra labor es facilitar el acceso a la atención para quienes enfrentan una adicción al juego. Ya sea lotería, apuestas deportivas o bingo. Todo tipo de juego puede convertirse en una adicción”, agrega Yizar-Reid. Su trabajo se basa en la educación, la prevención y el alcance comunitario, apoyando principalmente a comunidades susceptibles, como la comunidad hispana. “Ofrecemos talleres, presentaciones y capacitación a cualquier organización o comunidad que lo solicite”, explica Yizar-Reid.
Uno de los principales desafíos con los que sigue luchando el centro es la falta de reconocimiento a los juegos de azar como una adicción. “Se habla del alcohol, de las drogas, pero rara vez se habla del juego. Es una adicción silenciosa. Afecta tanto al jugador como a sus seres queridos”, dice Leilani. Esta falta de concientización, sumada a barreras idiomáticas, complica el acceso a los servicios, especialmente en comunidades hispanas. “Tenemos personal que habla español, pero una de las cosas que podríamos mejorar en nuestra región es el conectar más con organizaciones hispanas que estén dispuestas a ser traductores de lo que hacemos”, explica.
El impacto del juego problemático puede ser devastador. Cuando el ingreso familiar se destina al juego, las consecuencias alcanzan a toda la familia. Aun así, el tratamiento requiere que la persona reconozca el problema y quiera ayuda. “No podemos obligar a nadie. Pero podemos orientar, hacer evaluaciones y, si están listos, conectarlos con terapeutas, grupos de apoyo o pares en recuperación. Y si la persona afectada no busca ayuda, también apoyamos a sus familiares”. Lamentablemente, pocos afectados buscan ayuda profesional, y la investigación sobre las tasas de recuperación de los trastornos del juego es limitada. Sin embargo, la organización de recuperación Jugadores Anónimos informa que entre el 50% y el 70% de sus participantes logran una recuperación sostenida.
Según estadísticas del Consejo del Estado de Nueva York para los problemas con el juego, en todo el estado, el número de personas que accedieron a servicios de tratamiento aumentó un 11,5 % entre 2022 y 2023, lo que incluye un 6 % más en servicios ambulatorios. Además, las llamadas a líneas de ayuda como la HOPEline estatal y los Centros Regionales de Juego Problemático aumentaron en un 7 % en el mismo período, lo que indica un creciente reconocimiento de la gravedad de este problema.
El acceso es rápido y flexible. “Queremos que cuando alguien llame, obtenga atención, incluso los fines de semana. Si no es con nosotros directamente, se les conecta con la línea estatal de ayuda”, explica Yizar-Reid. Muchos de los servicios son gratuitos, como los grupos de apoyo o las conversaciones con pares en recuperación. Otros pueden cubrirse con seguros médicos o programas estatales. “Sabemos que, si hay un problema de juego, hay dificultades económicas. Por eso, buscamos que la atención no sea una carga”.
Una de las estrategias del centro es colaborar con organizaciones locales que trabajen con poblaciones diversas. Leilani reveló que, tras una visita del centro a un programa de adultos mayores hispanos, muchos adultos expresaron que la adicción al juego estaba presente en sus familias, pero no sabían que existía un centro que ofreciera apoyo. “Por eso estas conversaciones abren puertas. No es lo mismo leer un folleto que hablar con alguien que entiende tu realidad”, reflexiona Yizar-Reid. También contó cómo los adultos compartieron historias de sus familias mostrando otras maneras de apostar en la comunidad hispana, como en el dominó.
Programas como Building Bridges, implementado en la ciudad de Nueva York, han logrado un contacto directo con comunidades hispanas en las calles, algo que se espera replicar en otras regiones del estado.
En un artículo reciente en The River Journal, una publicación del condado de Westchester, Tina Evans, escribió sobre la larga historia de los juegos de apuestas en el Valle del Hudson, desde el “distrito del vicio” en la calle Columbia en la ciudad de Hudson a fines del siglo XIX, principios, del XX, hasta el auge de los casinos nuevos como Resorts World, en Newburgh. Los casinos cuales generan empleos y promesas de desarrollo económico, especialmente para familias inmigrantes que encuentran en los casinos una fuente estable de ingreso. Pero esta misma industria también alimenta las condiciones para que las personas desarrollen adicciones, particularmente entre poblaciones vulnerables. El contraste entre quienes viven del juego y quienes son destruidos por él se puede ver tanto en el Valle del Hudson como en la Ciudad de Nueva York. ¿Cómo conciliar el crecimiento económico con la salud mental y financiera de nuestras comunidades?
Todo esto se complica aún más con lo fácil que es apostar hoy en día. A diferencia de los años en que el juego era un evento social localizado, hoy el acceso constante e inmediato a las apuestas online ha intensificado los riesgos de adicción. A esto se refiere Leilani cuando señala que uno de los mayores retos es hacer visible una adicción que rara vez se nombra, y que puede afectar tanto a jóvenes que apuestan en deportes, como a adultos mayores atraídos por loterías y bingo.
Un informe de sobre la prevalencia del problema del juego en NY, presentado por la Oficina estatal de servicios del alcoholismo y abuso de sustancias de 2021, revela que el 4,4%, de los neoyorquinos (alrededor de 874.000 personas) son "jugadores en riesgo" y otro 0,7% (unas 140.000 personas) se clasifican como "jugadores problemáticos" o "patológicos". Entre las poblaciones de mayor riesgo se encuentran las personas de 18 a 24 años de edad, las personas con trastorno por consumo de sustancias, los hombres negros no hispanos, las personas con ingresos inferiores a $30.000 y las personas con un diploma de secundaria o inferior. Otras poblaciones de alto riesgo también incluyen a veteranos, asiáticos americanos e isleños del Pacífico, la población de edad avanzada, y las personas negras, indígenas y de color (o BIPOC). En definitiva, cientos de miles de personas están afectadas. Además, las tasas más altas de juego problemático se encuentran no solo en la Ciudad de Nueva York sino también la región del Mid-Hudson.
Iniciativas como la conexión directa con terapeutas, líneas de ayuda bilingües y programas gratuitos de apoyo han tenido una recepción positiva en la región, con decenas de familias accediendo a orientación y mostrando interés de luchar contra dicha adicción. Así, mientras el Estado proyecta nuevas licencias de casino para 2025, la labor de estos centros se vuelve cada vez más urgente y vital.
Leilani Yizar-Reid concluye con un mensaje esperanzador: “Esta adicción es seria, pero hay ayuda. Y no te sientas solo porque hay personas en este mundo que están aquí dispuestas a ayudarte y apoyarte. Así que por favor, comunícate y no luches solo”.
RECURSOS
nyproblemgamblinghelp.org/mid-hudson/
addictionhelp.com/gambling/recovery/
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Sueño Americano
“Migrating Is Not a Crime, It Is an Act of Survival”
Why did you leave Honduras, and how was your arrival in the United States?
I left Honduras in 1984 for political reasons. A relative was disappeared due to their participation in social movements, which forced us to leave the country. I arrived with a small bag in my hand, never imagining I would stay for life. At first, I worked in a factory earning minimum wage. It wasn’t easy—the language, the culture, and racism hit me hard—but I found support in communities such as the Puerto Rican one, which extended a helping hand.
How did you find your path to religious ministry?
I already had social awareness from a young age. Here, through solidarity movements, I met pastors who invited me to seminary. I fell in love with theology and continued studying. I attended Empire State College and then seminary until I was ordained as a priest. It was a long and difficult process—16 years—but I knew I had to open doors for others. I was received in April 1990 and I am the first Honduran to be ordained in the diocese, which carries great responsibility.
What obstacles did you face as an immigrant and religious leader?
In addition to legal and academic barriers, I faced racism both inside and outside the church. Many companions abandoned the path because the process was so long. I kept going, convinced that change must come from within. I also had to rethink issues such as LGBT inclusion from a faith perspective. It has been a process of spiritual and human transformation. Nothing has been easy, but everything has been worth it.
What is the Latino community in your church like?
The community here is very diverse: there are Hondurans, Garifunas, Caribbeans, Central Americans. But we face similar challenges. My dream has always been that our church is not a borrowed space but truly ours. That is why we work so everyone feels part of it—with a voice, with power, with dignity. We especially support those who are undocumented. Everyone has the right to migrate and live with dignity. Migrating is not a crime; it is an act of survival.
What does your church do to support immigrants?
Our church has declared itself a sanctuary. We do not demand tithes or memberships; the person’s need comes first. We help those without papers, connect them with legal services, and provide space for farewells, baptisms, and celebrations without bureaucracy. We have formed a testimonial team so that the English-speaking community can also become involved in defending Latinos. We want our church to be a true community of transformation—not just a temple, but a home.
Community Services
The Church of the Good Shepherd in Newburgh, located at 271 Broadway, offers free weekly meals on Saturdays and Sundays (salads, sandwiches, hot dishes), a community closet (clothing, coats, holiday bags), and Spanish-language religious services. They also assist vulnerable individuals, coordinate donations, and have volunteers, including West Point cadets. For more information, visit their website at: shorturl.at/LCCBm.
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Vida saludable
Exploring Brain Fog or the Menopausal Brain
Menopause brain fog includes memory and concentration problems, with symptoms like forgetfulness, difficulty focusing, and confusion. Factors such as hormonal shifts, sleep deprivation, stress, and lifestyle choices contribute to this brain fog during menopause.
Hormones
Estrogen and testosterone are vital hormones in women's ovaries that affect cognition and memory. Estrogen is essential for brain health, enhancing nerve cell function, promoting new cell growth, and facilitating connections between nerve cells. A decline in estrogen during menopause impacts both the brain and the body. It also helps brain cells use glucose, their primary energy source. Research indicates that brain energy decreases during menopause, leading to anxiety, depression, and memory problems. On the other hand, testosterone strengthens nerve cell connections, aiding clear thinking and energy, and supports blood vessels supplying the brain, which is vital for memory.
Sleep Issues
Many women face sleep issues during menopause, which can impact cognitive function. Prioritizing good sleep is vital for managing menopause-related brain fog.
Stress
Menopause can be stressful for women, especially when balancing work, finances, children, and elderly care, which can lead to brain fog. Experts suggest strategies to improve brain health and reduce fog, including avoiding high LDL cholesterol and saturated fat foods like fried snacks. The Mediterranean diet, rich in omega-3s and healthy fats, emphasizes fresh fruits, vegetables, whole grains, fish, beans, nuts, and olive oil.
Exercise
Physical activity benefits everyone, especially women in menopause. It can improve mood, sleep quality, and hormone regulation, potentially enhancing memory and cognition. Aim for 150 minutes of moderate exercise weekly, choosing enjoyable activities like walking, jogging, cycling, hiking, or yoga. If those aren't possible, try chair yoga or dancing to stay active daily, which is vital for well-being. Additionally, include strength training at least twice a week with free weights or machines to build and maintain muscle.
Memory Activities
Challenge your mind with crossword puzzles, reading, new hobbies, crafting, and engaging conversations. Brain games and learning new things can boost focus, memory, and quick thinking.
Adequate Sleep
Lack of sleep can increase brain fog, impacting 35% to 60% of women in menopause. It's vital to prioritize good rest.
Cultivating awareness
If you're experiencing menopause and brain fog, you’re not alone. Listen to our podcast, The Vital Women of Washington Heights, where Iris and Ivette discuss various topics and share valuable insights. We also offer a consultation service, Vital Women - menopause, midlife metamorphosis, to help you find safe and effective solutions. Remember, it’s often about your hormones, not just you. Contact certified menopause specialist Ivette O’Sullivan and Reiki healer Iris Douglas at [email protected].
References:
Haver, M.C., MD (2024), The new menopause
O’Sullivan, I. GGS Menopause Coaching Specialist Certification - evidence-based insights created by women for women.
Disclosure: I conceived and drafted content in a text editor, refined it with artificial intelligence tools like Grammarly, and revised it to reflect my intended message.
Images creator: cyano66 | Credit: Getty Images
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Editorial
A Little Something for Everyone
Are you interested in accessible science, health, the environment, and civil rights? Are you a middle-aged Hispanic woman going through menopause? Or are you a health professional working with Latina women? Are you interested in women’s empowerment and mental health?
Do you enjoy Latin American poetry, art, and literature? Are you an immigrant reflecting on identity, belonging, and creativity? Do you enjoy travel chronicles or human stories with a touch of humor? Are you a woman between 30 and 65 years old with a college education? Or on the contrary, are you a young adult between 20 and 40, first or second generation, and a digital media consumer?
Are you a parent looking to improve your family’s emotional dynamics? Are you interested in applied neuroscience, positive psychology, and family well-being? Are you an adult between 25 and 70 years old, with low or middle income, concerned about mental health, household economy, and access to services in Spanish? Do you speak Spanish and face language barriers in the United States? Or are you a language professional, student, or teacher interested in social justice, civil rights, and linguistic equity?
If you answered yes to one or more of the questions above, then the result of this “test” is very positive. You are in the right place: the August issue of La Voz! In this issue, we truly have a little bit of everything for everyone.
In our Usos y costumbres section, I share the perspectives of three language justice advocates in the Hudson Valley. By law, we all have the right to receive government information—including about legal, health, and education issues—in the language we understand.
In the Vida saludable section, Ivette O’Sullivan, Menopause Coaching Specialist (GGS), writes about “menopausal brain fog” and reviews key strategies for natural and holistic self-care and mental health.
In the Sueño americano section, a space where we share the profile of an immigrant achieving their version of the so-called American Dream, Bard College student and La Voz writer Andrés Pérez Rangel interviews Reverend Rigoberto Ávila-Nativi of the Church of the Good Shepherd in Newburgh, who says, “Migrating is not a crime, it is an act of survival.”
In the Actualidad section, thanks to a collaboration with Science Friday, a digital platform of fun and educational science and technology articles and podcasts, journalist Shantal Riley explains why Newburgh is paying the price of PFAS in its drinking water.
Professor Camilo Rojas interviews, for his column Nuestros artistas, bilingual Argentine poet and Beacon resident Celia Reissig. In the Recuerdos de… section, La Voz general coordinator Nohan Meza writes with a touch of humor about the time he had to recover his passport while trying to leave Jamaica.
In her column El poder del amor, holistic psychologist Dora Inés Grosso García talks about family practices to cultivate emotional intelligence, from the perspective of neuroscience and holistic psychology.
Elisvanell Celis, Bard student and the newest member of the La Voz team, writes for the Recurso section about gambling addiction, an invisible addiction that affects nearly a million people in New York State.
And of course, there’s also a bit of everything and something for everyone in our monthly Resource Guide. Is there any other topic you’d like to see in a future issue of La Voz? Send me a message at [email protected], and let your voice be heard!
And with that, we wrap up this editorial introducing La Voz’s August issue.
Come on in and read!
Mariel Fiori
Director
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Usos y costumbres
Lenguage justice in the Hudson Valley
Three members of the collective, Verónica Martínez Cruz, Liliana Sierra, and Cristóbal Guerra, have studied or are currently studying in the Bard BAC program (which offers full-tuition scholarships to adult residents of the Hudson Valley). What does language justice mean to them? Is inclusive language part of language justice? Is there work in this field? They discussed these and more topics in a recent roundtable on my show La Voz con Mariel Fiori on Radio Kingston.
Liliana Sierra arrived in the Hudson Valley during the pandemic, with previous experience working at the Caracol Interpreters Cooperative, which operated from 2010 to 2020 with eight worker-owners and several independent collaborators with high demand in New York City. For Sierra, who is now studying ethnomusicology at Bard College, language justice “means giving relevance and importance to languages or words, to concepts that generally do not occupy auditory or visual space, including sign language. Language justice seeks to decolonize through language, because we live in a society that has been organized within the Western concepts of colonizing languages—English, Spanish even. Depending on the context, these languages are dominant languages that have overshadowed others that are no longer heard as much. Language justice seeks to make these languages heard more, and not just the languages, but also their wisdoms, their worldviews, their understandings of the world.” After all, a language is also the way we think about the world.
Cristóbal Guerra, who met Sierra as an independent collaborator with the Caracol Cooperative and is now studying film at Bard, strongly agrees with this definition and adds that, at the end of the day, language is a tool. “It can be used for good or for bad, right? And depending on the context, it has certain powers that create disadvantages and advantages. Our role when we come into a space as practitioners is to draw attention to these inequities that already exist within language itself. It’s also something that continues to transform and grow. As interpreters, we enter spaces and talk about the importance of creating a place at the table for people who do not speak the dominant language,” Guerra explains.
When interpreters talk about a dominant language, it does not mean that language is better or worse than others. Verónica Martínez Cruz, who recently graduated from Bard with a degree in human rights and Latin American studies, clarifies: “It’s the language most spoken in a given space. For example, here you go to a school board meeting or to college. Everything is in English (unless you take a Spanish class).”
The American Bar Association (ABA) states that “all language communities” should receive “systematic and fair treatment, as well as respect for their fundamental language rights: human and civil rights, such as the right to preserve non-dominant languages, to access essential services without language barriers, and to live free from language discrimination in education, the workplace, civic participation, and in all other contexts.” Everyone has the right to communicate, understand, and be understood in the language they prefer and feel most articulate and empowered in. In this way, the ABA “rejects the notion of language supremacy, recognizes that language can be a tool of oppression, as well as an important element in exercising autonomy and advancing racial and social justice.”
So, what is inclusive language? Martínez Cruz sees it as creating multilingual spaces “where everyone has the opportunity to participate, regardless of what language they speak.” She adds that now “inclusive language has been widely used in terms of gender, respecting how people refer to themselves. Sometimes it is very difficult for some people to do so. But it is about the respect of saying: I don’t understand it, but I respect it.”
The Linguistic Society of America (LSA) defines that “inclusive language recognizes diversity, conveys respect to all people, is sensitive to differences, and promotes equal opportunities.” So far, the UN and the RAE agree. The issue becomes more complex when new ways of expressing gender in Spanish emerge, using the morpheme “e” as a neutral term to avoid grammatical binarism (masculine/feminine) and to make non-binary identities visible. For example, elle instead of él/ella, or les niñes instead of los niños/las niñas.
Although it is a complicated task to change every adjective in Spanish this way, Sierra considers it “fun, kind of playful or experimental to a certain point. Because languages are constantly changing, evolving; new words are added to the dictionary every day. Inclusive language is an area with much potential, with great possibilities to help us question not only how gender is handled in a language but also what the language forces us to pay attention to—or not. If we start questioning a little: why have we been taught that nosotros is the standard masculine plural, or the neutral form? How neutral is that? And if we question that, suddenly a window of ideas opens. It’s important to create that flexibility.”
Inclusive language is therefore also part of language justice. Guerra reasons that “there are many different layers in how one communicates. Again, it’s a constantly changing tool, and the intention is to be as inclusive as possible. And that has to do with many things. Sometimes it’s not helpful to complicate the situation with the process. Language is created organically among us; it is something that is worked on, and there should be openness to do so because not everyone identifies as male or female. The reality is that language must adapt to that.”
In 1990, Congress passed the Americans with Disabilities Act (ADA), which states that “public services must guarantee equitable access to people with disabilities, including sign language interpreters.” In 2000, an Executive Order by President Clinton instructed federal agencies or those receiving federal funds to “improve access to services for people with Limited English Proficiency (LEP).” As of July 2025, this EO is under review.
In New York State, a law was passed in 2011, expanded in 2021, on Language Access, which mandates that “state agencies providing services to the public must provide written and oral translation in the 12 most spoken languages by Limited English Proficiency (LEP) communities in the state.” One of these 12 languages is Spanish. “Oral translation” refers to interpretation.
Therefore, creating multilingual spaces, where there is no dominant language and everyone can express themselves in the language in which they feel most comfortable, is supported by federal and state law and is also a source of income. Martínez Cruz notes that “there is also a high demand. Interpreters are always needed,” but she emphasizes that “it is important not just to do the work, but also to educate the people doing it by telling them: you have rights, you should be paid for this work, and, if possible, you should receive training.” For organizations seeking interpreters, she encourages them to “be aware that they must include that service within their annual budgets,” that is, allocate funds to hire translation and interpretation services.
Resources
New York State Office of Language Access: https://languageaccess.ny.gov
Directory of Language Justice Collectives: https://circularprojects.org
ATA, American Translators Association: https://www.atanet.org/career-education
Testimonials and Tools for Practitioners: https://langjust.com/resources
Interpretation Equipment Loans (for simultaneous interpretation): https://hvfarmhub.org/language-at-the-farm-hub/
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La Voz, Cultura y noticias hispanas del Valle de Hudson
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Recurso
The Invisible Addiction
“This addiction doesn’t care about your race, age, or immigration status. It can happen to anyone. But many people think it isn’t that serious or that it doesn’t affect them,” says Leilani Yizar-Reid, who has led the center since 2019. With previous experience in substance use prevention in New York, she joined the New York State Council on Problem Gambling to connect people at risk with specialized support.
The center is part of a statewide network with seven offices in New York and serves Sullivan, Dutchess, Orange, Ulster, Rockland, Westchester, and Putnam counties. “Our work is to make access to care easier for those struggling with gambling addiction—whether it’s lottery, sports betting, or bingo. Any type of gambling can become an addiction,” adds Yizar-Reid. Their efforts focus on education, prevention, and community outreach, with a strong emphasis on vulnerable communities such as the Hispanic population. “We offer workshops, presentations, and training to any organization or community that requests it,” she explains.
One of the main challenges the center still faces is the lack of recognition of gambling as an addiction. “People talk about alcohol and drugs, but rarely about gambling. It’s a silent addiction. It affects both the gambler and their loved ones,” says Leilani. This lack of awareness, combined with language barriers, makes accessing services harder, especially for Hispanic communities. “We have Spanish-speaking staff, but one thing we could improve in our region is connecting more with Hispanic organizations willing to help translate what we do,” she explains.
The impact of problem gambling can be devastating. When household income is spent on gambling, the entire family suffers the consequences. Still, treatment requires the individual to acknowledge the problem and want help. “We can’t force anyone. But we can guide them, provide assessments, and, if they’re ready, connect them with therapists, support groups, or peers in recovery. And if the person affected doesn’t seek help, we also support their families.” Unfortunately, few affected individuals seek professional help, and research on gambling disorder recovery rates is limited. However, the recovery organization Gamblers Anonymous reports that between 50% and 70% of its participants achieve sustained recovery.
According to statistics from the New York State Council on Problem Gambling, the number of people accessing treatment services increased by 11.5% statewide between 2022 and 2023, including a 6% increase in outpatient services. Calls to help lines such as the state HOPEline and the Regional Problem Gambling Centers also rose by 7% in the same period, indicating growing recognition of the seriousness of the problem.
Access to services is quick and flexible. “We want someone who calls to get care, even on weekends. If it’s not directly with us, we connect them with the state helpline,” Yizar-Reid explains. Many services are free, such as support groups or conversations with peers in recovery. Others can be covered by health insurance or state programs. “We know that if there’s a gambling problem, there are financial difficulties. That’s why we strive to ensure that care isn’t a burden.”
One of the center’s strategies is collaborating with local organizations that work with diverse populations. Leilani shared that after visiting a program for Hispanic seniors, many adults said gambling addiction was present in their families but didn’t know there was a center offering support. “That’s why these conversations open doors. It’s not the same to read a brochure as it is to speak with someone who understands your reality,” Yizar-Reid reflects. She also mentioned how adults shared stories of their families showing other ways of gambling in the Hispanic community, such as in domino games.
Programs like Building Bridges, implemented in New York City, have successfully reached Hispanic communities directly on the streets—something that is expected to be replicated in other regions of the state.
In a recent article in The River Journal, a Westchester County publication, Tina Evans wrote about the long history of gambling in the Hudson Valley—from the “vice district” on Columbia Street in Hudson at the end of the 19th and beginning of the 20th century to the rise of new casinos such as Resorts World in Newburgh. These casinos generate jobs and promises of economic development, especially for immigrant families who find in casinos a stable source of income. But the same industry also creates conditions for addiction, particularly among vulnerable populations. The contrast between those who make a living from gambling and those destroyed by it can be seen both in the Hudson Valley and New York City. How can economic growth be reconciled with the mental and financial health of our communities?
All of this is further complicated by how easy it is to gamble today. Unlike in the past, when gambling was a localized social event, constant and immediate access to online betting has intensified addiction risks. This is what Leilani refers to when she says that one of the biggest challenges is making visible an addiction that is rarely named—one that can affect young people betting on sports as well as older adults drawn to lotteries and bingo.
A 2021 report on gambling prevalence in New York, presented by the State Office of Alcoholism and Substance Abuse Services, revealed that 4.4% of New Yorkers (about 874,000 people) are “at-risk gamblers,” and another 0.7% (about 140,000 people) are classified as “problem” or “pathological gamblers.” Populations at highest risk include people aged 18–24, individuals with substance use disorders, non-Hispanic Black men, people earning less than $30,000, and those with a high school diploma or less. Other high-risk populations include veterans, Asian Americans and Pacific Islanders, older adults, and BIPOC communities. Ultimately, hundreds of thousands of people are affected. Furthermore, the highest rates of problem gambling are found not only in New York City but also in the Mid-Hudson region.
Initiatives such as direct connections with therapists, bilingual helplines, and free support programs have been well received in the region, with dozens of families accessing guidance and showing interest in fighting this addiction. As the state plans new casino licenses for 2025, the work of these centers is becoming increasingly urgent and vital.
Leilani Yizar-Reid concludes with a hopeful message: “This addiction is serious, but there is help. And don’t feel alone because there are people in this world who are here and willing to help and support you. So please reach out—don’t fight alone.”
RESOURCES
https://nyproblemgamblinghelp.org/mid-hudson/
https://addictionhelp.com/gambling/recovery/
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